Todo propietario de un vehículo debe contar con una póliza de Responsabilidad Civil (RCV), sin embargo, las pólizas de seguro no se salvan de las estafas.
En el mercado existen empresas de seguros registradas y algunas cuentan con personal que ofrece dicho servicio desde puestos ambulantes e incluso quioscos.
La seriedad y legalidad de estos pueden plantear dudas y sospechas de estafas, no obstante, es real si existe una empresa aseguradora de por medio con todos los trámites correctos.
Cabe destacar que por “verse informal” al ser en locales de la calle, muchos estafadores fingen prestar este servicio.
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El abogado Víctor Herrera explicó que las empresas que prestan este servicio deben estar legalmente constituidas a través del Registro Mercantil respectivo y contar con toda su permisología.
Al ser una exigencia de la ley, los conductores deben tenerla “si o si”.
Una compañía legal cuenta con sus obligaciones formales, fiscales y tributarias. Además de la permisología de patente de Industria y Comercio.
¿Cómo no caer en estafas de RCV?
Los RCV que se expiden en quioscos o en puestos ambulantes son legales, siempre y cuando la empresa aseguradora lo sea.
Por tal razón, antes de adquirir una póliza, se realiza una investigación exhaustiva sobre la compañía o agente que ofrece el servicio.
El interesado tiene que verificar si están registrados y autorizados por el ente regulador de seguros.
En ese mismo contexto se debe investigar su historial y reputación en el mercado para tener mayor tranquilidad.
Compañías reconocidas suelen tener solvencia financiera, lo cual es un indicador de confianza.
Para ello también es importante leer detenidamente el contrato de la póliza, debido a que hay casos donde las empresas son legítimas, pero en sus contratos tienen regulaciones que el cliente no conoce.
Se debe prestar atención a los términos y condiciones, coberturas, exclusiones y límites.
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Varios agentes consultados señalaron que empresas pequeñas son las que capacitan a su personal para que tomen clientes en las calles.
Por eso muchas personas prefieren obtener una póliza de una compañía reconocida y establecida, aunque pueda implicar un costo mayor.
¿Qué dicen los conductores?
Estos RCV tramitados en quioscos o en locales ambulantes tienen costos desde 5 hasta 20 dólares.
El pago suele ser anual, cada vez que va a ser renovado.
Luis Quintero, conductor, asegura que los contratos de estas pólizas son de hasta $500. Ellos cubren cualquier accidente donde el conductor cause un daño a un tercero.
Por su parte, Marco Cuevas, otro conductor, señala que estas pólizas son aceptadas por los oficiales de tránsito.
Cuando se contacta a una empresa aseguradora directamente, el trámite puede ser de hasta 100 dólares anuales.
Para muchos de los usuarios resulta "fácil" adquirirlo de esta manera, por el bajo costo y la rapidez para sacar dicho documento.
No obstante, aseguran que los riesgos de que se trate de una estafa son altos. Además, violarían las leyes al transitar con un trámite falso.
La Ley de Tránsito Terrestre señala que todo vehículo a motor debe estar amparado por una póliza de seguro de Responsabilidad Civil.
Esto para responder suficientemente por los daños que ocasione al Estado o a los y las particulares.
Igualmente resultará obligatorio el RCV para las motocicletas.
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