Armando Altuve
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Víctor no se desespera, a pesar de que tiene tres años y dos meses en una lista de espera para obtener un riñón, en la Clínica Santa Sofía, ubicada en Caracas. Aún está en diálisis, aunque asegura que al permanecer más de cinco años dependiendo de una máquina de hemodiálisis para limpiar su sangre su función cardiaca podría comprometerse. “Deberían tenerse los órganos rápidamente, pero con una enfermedad renal la desesperación no aplica”, comenta.
Actualmente, hay cinco mil pacientes en espera de órganos y tejidos, estima la Organización Nacional de Trasplantes de Venezuela (ONTV). De esa población, 1.788 pacientes están en condiciones de ser trasplantados por riñón. Se calcula que 1.500 personas aguardan por córneas; 345 por médula ósea y 50 por hígado.
La lista de espera contrasta con la disminución de órganos y tejidos que se ha venido registrado desde 2013 y 2014. El año pasado, según cifras del Ministerio de Salud, se generó un tasa de 1,7 donantes por millón de habitantes (dpmh), lo que equivale a unos 53 donantes aproximadamente. Una caída dramática, si se compara con el récord histórico alcanzado en 2012 cuando se obtuvieron 134 donantes (4,51 dpmh). Pese a ese aumento, aún el país no ha logrado igualar o superar la meta para América Latina que es de 7 a 8 dpmh.
Aumentar el número de donantes no ha sido una meta sencilla, a pesar de la existencia de la Ley de Donantes y Trasplantes de Órganos, Tejidos y Células en Seres Humanos que, en su artículo 27, establece que todos los ciudadanos son donantes en potencia mientras que no manifiesten lo contrario en vida.
Xiomara Ramírez, presidenta de Fundación Venezolana de Donaciones y Trasplantes de Órganos, Tejidos y Células (Fundavene), afirma que en el último trimestre de 2015 han incrementado el número de donantes cadavéricos.
"De 1,17 por millón de habitantes pasó a 1,24, eso es un cumplimiento de 78% de la meta trazada de 172 órganos y tejidos”, explica.
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