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Los vecinos de Montalbán I, II y III viven no solo en la oscuridad, sino que sus calles literalmente están hundidas en basura. El aseo pasa -con suerte- una vez a la semana, muchas veces en horarios donde el trabajador residencial no puede sacar las bolsas que se han acumulado.
Rosa López lleva 20 años como conserje en uno de los edificios de Montalbán I. Lamenta que en el pasado todo funcionaba a la perfección y ya no. “Es primera vez en 20 años que nos quedamos una semana entera con la basura aquí acumulada. Si la ponemos afuera corremos el riesgo de que la rompan los perros o los indigentes, y son cada vez más caras para comprar. Si las dejamos dentro huele horrible y hasta gusanos han salido, ni hablar del mosquero”.
Una opinión semejante tiene Coromoto Pacheco, quien se mudó a Montalbán hace 35 años con su esposo. “Esto era una urbanización de ensueño, con todos los servicios al día. Éramos clase media y nunca tuvimos problemas, pero ahora hay quien dejala basura en la calle y hasta los zamuros han empezado a venir. Eso no lo habíamos visto nunca”.
En Montalbán I, II y III la situación es la misma. Algunos vecinos desesperados “cazan” el camión del aseo (en ocasiones pasa muy temprano o a veces recoge la basura al filo de la medianoche). Muchos literalmente se atraviesan en el medio de la calle a hacer señas para que los trabajadores recojan los desperdicios.
Riesgos
Johnny Pereira se queja amargamente por los restos de basura en la calle. Hace poco llegó a su casa de noche y pisó una bolsa que estaba en el medio de la avenida, pero dentro había una botella que le espichó un caucho. “¿Quién me paga eso a mí? Nadie. No puede haber gente tan inconsciente que bote vidrios dentro de una bolsa en medio de una vía, y tampoco tiene por qué haber un servicio tan ineficiente como el del aseo urbano. Se supone que es su trabajo”.
Aunque el servicio de recolección de basura viene incluido en el recibo de luz, muchos vecinos de Montalbán se quejan de que los empleados del aseo llegan a algunos edificios exigiendo “alguito” para llevarse la basura: eso incluye dinero, comida, chucherías, ropa usada o cualquier cosa que “sobre” en los apartamentos.
Para Hermes López esto es simplemente un abuso. “A ellos se les paga, su trabajo es ese. ¿Por qué tienen que venir pidiendo comida? Ellos no pueden pretender que la gente los mantenga, a todos nos cuesta tener un mercadito medianamente normal”.
Los vecinos de Montalbán exigen que se solucione este problema, sobre todo ahora que viene la temporada navideña y aumenta la cantidad de desperdicios en todos los conjuntos residenciales de la ciudad.
2019-12-10
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