Por: Carlos Gabriel Lara
El presidente Nicolás Maduro anunció el pasado jueves que, a partir de esta semana, se normalizarían las clases presenciales en toda Venezuela, luego de que el 25 de octubre se ordenara el regreso paulatino, tras una suspensión de 19 meses a causa de la pandemia por la Covid-19.
Esta instrucción por parte del primer mandatario nacional generó el rechazo de distintos representantes del magisterio venezolano.
Gricelda Sánchez, educadora y dirigente sindical, asegura que no hay condiciones para que los docentes vuelvan a los salones. Recalca, además, que el tema salarial no les permite retomar sus actividades de forma habitual, así como las condiciones físicas de las instituciones educativas, las cuales son “totalmente deplorables”.
“De cada 10 escuelas que visitamos ocho no tienen agua ni luz, las filtraciones son terribles lo cual afecta la salud de los trabajadores. Vemos claramente cómo las instituciones educativas de Venezuela en estos dos años de pandemia no fueron recuperadas y no esperábamos menos porque sabemos lo irresponsable que es el Gobierno para resolver la crisis que generaron desde el año 1999”, expresó Sánchez.
“Ya la situación colapsó, ya no se puede más, llegamos al llegadero”, agregó.
Incentivos
La educadora hizo referencia al reajuste de la tabla salarial del personal del Ministerio de Educación presentada por la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre), lo que catalogó como “una vergüenza”.
“El ajuste y las tablas que presenta la Onapre es una vergüenza, eso definitivamente nos va a seguir dejando en minusvalía, no vamos a poder regresar devengando 82 dólares. Por ejemplo, es imposible que un docente III con 40 horas pueda vivir con eso porque esto en dos meses ya no va a ser nada y ya hoy es nada, porque un docente que tiene que cancelar cuatro autobuses – dos de ida y dos de vuelta- cómo hace para poder vivir con esto”, argumentó la dirigente sindical.
Gricelda Sánchez, quien además es presidenta de la organización Formación para la Dirigencia Sindical (Fordisi), asevera que el Gobierno “viola la progresividad del magisterio”. En este sentido, cita el artículo 89 de la Constitución.
“Los docentes que trabajamos en escuelas rurales o de difícil acceso tenemos una prima del 20% del salario y la quieren bajar al 10%, y como estas también las primas de especialización. Vemos una flagrante violación a todos nuestros derechos contractuales y constitucionales que además han sido derechos que hemos conquistado con muchos años de lucha y por eso rechazamos esta política que va a seguir dejando en minusvalía al docente”, afirmó la presidenta de Fordisi.
Carencias.
Sobre las mayores necesidades que presenta el gremio educativo venezolano, Sánchez menciona el salario acorde a la realidad económica del país, además del derecho a la salud.
“Con un salario decente nosotros podemos cubrir las necesidades. Nosotros no pedimos bolsas de alimentos, nosotros pedimos un salario para comprar donde queramos. También la necesidad del tema de la salud: odontología, ginecología, traumatología. La apertura total de las 67 unidades del Ipasme para que los docentes puedan operarse”, puntualizó la educadora.
“Tenemos docentes jóvenes y de la tercera edad que se mueren porque no se les garantiza su derecho a la salud que está contemplado en el artículo 83 de la Constitución”, sumó.
Al mismo tiempo, la dirigente sindical cuestiona el sistema educativo del país, el cual define como un “gran fraude a la población”.
“Nosotros calificamos la educación en Venezuela como un gran fraude que se le está dando a los jóvenes y a la población y nos aterroriza saber que esto continúa así porque quiénes van a ser los profesionales del futuro. Que los maestros tengan que pagar para trabajar y que nuestros jóvenes no tengan la posibilidad de formarse es el entierro de una población y de una nación y a esto nosotros nos resistimos”, dijo Gricelda Sánchez.
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