BBC MUNDO
Hugo Chávez decía que escondía el "Libro Rojo de Mao" en la cesta de la ropa sucia, "que tenía doble fondo", cuando era cadete en la Escuela Militar venezolana.
El fallecido presidente, quizá el máximo exponente del socialismo en América Latina en este siglo, solía citar los discursos, frases y enseñanzas del símbolo de la revolución y el socialismo chinos, Mao Zedong, cuyo natalicio cumple 120 años este 26 de diciembre.
"Menos mal surgió la revolución china, menos mal existió Mao Zedong, menos mal surgió la revolución bolivariana", dijo Chávez dijo en una reunión de la Comisión Mixta China-Venezuela el 24 de noviembre de 2011. "Y aquí vamos, transitando un camino alternativo al desastre que tiene el capitalismo en este mundo".
Hoy es usual ver chinos en algunas calles de Caracas, ya que los acuerdos entre ambos países van desde lo energético hasta lo cultural. También es posible ver chavistas vistiendo camisas con la imagen de Mao o encontrar compilaciones de los escritos del gestor de la Revolución Cultural china en los puntos de venta informales de libros socialistas en el centro de Caracas.
Desde que el socialismo pasó de la teoría a la práctica a principios del siglo XX, los diferentes gobiernos que lo adaptaron a sus sistemas políticos se han sentido parte del mismo equipo. Y Chávez, sin duda, se sentía cercano a la China de Mao Zedong.
¿Cuál fue la influencia del maoísmo en la Venezuela chavista?
El ejército y el pueblo
"De mis lecturas de Mao saqué varias conclusiones que fueron determinantes para mí", le dijo Chávez en una famosa entrevista de noviembre de 2002 a la periodista y activista chilena Marta Harnecker.
La primera, señaló, tiene que ver con el cálculo para la guerra, en el que se define si hay un componente moral que la justifique.
"Mao señalaba que lo que determina el resultado de una guerra no es la máquina, el fusil, el avión o el tanque de guerra, sino el hombre, el ser humano que maneja la máquina, pero, sobre todo, la moral del hombre que maneja la máquina", comentó Chávez.
La segunda conclusión se refiere a la unión cívico-militar que propone la teoría maoísta de que el ejército debe estar incrustado en el seno del pueblo. Mao decía que, para que se sintiera parte del pueblo, el ejército se debe mover entre la población "como pez en el agua".
Y la unión cívico-militar (muy criticada por sus opositores) fue uno de los rasgos más importantes del gobierno de Chávez y lo es de su sucesor, el hoy presidente Nicolás Maduro.
Un ejemplo de ello pueden ser las milicias bolivarianas, un apéndice de las Fuerzas Armadas que sirve de puente con la sociedad civil.
Y otro, que citaba el mismo presidente en su explicación de Mao, fue el Plan Bolívar del año 2000, el primer proyecto de las llamadas "misiones bolivarianas" en el que 40.000 soldados asistieron hogares a lo largo del país.
"Eso es Mao", le dijo Chávez a Harnecker. "El agua y el pez. El pueblo es al ejército como el agua al pez. En Venezuela hoy tenemos peces en el agua y por eso la campaña contra el Plan Bolívar, para tratar de partir, de fracturar esa unidad. Una buena parte de los militares está junto al pueblo".
La pregunta es si esto, en realidad, es suficiente para calificar al chavismo de maoísta.
"Si bien hay ciertos elementos en los que las políticas de Chávez coinciden con Mao, éstos también están presentes en las experiencias de Bolívar y su Ejército Patriota, algo que Chávez tuvo mucho más presente en su gobierno", le dice a BBC Mundo el diputado chavista Eduardo Piñate.
"El comandante Chávez bebió de muchas fuentes", asegura el también profesor de historia. "Del cristianismo popular, del marxismo. Y ciertamente las teorías de la liberación, la lucha popular o justicia de Mao están en su discurso. Sin embargo, en las políticas no hay una presencia particular".
"Retórica exuberante"
En esto parecen coincidir otros expertos que hablaron con BBC Mundo: la incidencia del maoísmo en Chávez fue una cuestión simbólica, más que real.
El sociólogo alemán Heinz Dieterich, uno de los pensadores más cercanos a Chávez y autor de Socialismo del Siglo XXI, dice que "el ideario que traía Chávez venía más del nacionalismo antiimperialista típico de los movimientos latinoamericanos".
"Las bases ideológicas del maoísmo, basadas en un socialismo autosuficiente, no están en el chavismo", dice Dieterich. "La coincidencia con China aparece en 2008, cuando Chávez entabló una relación comercial importante que sin embargo se asemeja más a los postulados de Deng Xiaoping, quien fue un impulsor de la economía de mercado en China".
La periodista y militante de izquierda de 81 años Irma Berreto, que fue invitada por el gobierno a China en los años 70 y 80, concuerda.
Y recuerda que cuando editaba la revista venezolana de izquierda ¿Qué hacer?, que estaba vinculada al partido Bandera Roja, rechazó la entrada en 1978 de las políticas de corte capitalista de Xiaoping.
"Mientras que Mao impuso la colectivización de la tierra, las cooperativas agrícolas y las comunas con autonomía, Xiaoping desmotó el trabajo colectivo y aplicó la propiedad privada", dice Berreto.
"Las comunas de Chávez son controladas desde arriba, pero Mao planteaba que la participación viniera desde abajo", asegura. "El maoísmo no fue incluido en lo absoluto en las políticas de Chávez".
El exdirigente del partido comunista venezolano Teodoro Petkoff coincide: "De hecho, no solo en Venezuela sino en toda América Latina la influencia del maoísmo ha sido muy reducida salvo en el caso de Sendero Luminoso en Perú".
"La doctrina soviética, basada en una intervención fuerte del Estado, tuvo mucha más presencia en los partidos comunistas latinoamericanos", dice Petkoff, hoy vehemente crítico del chavismo como director del diario Tal Cual. "Aquellos partidos eran como agentes consulares de la Unión Soviética".
"Pero en cuanto al maoísmo, podían admirarlo y ponerlo en sus banderas, pero en Venezuela nunca hubo una organización política que fuera realmente maoísta", asegura.
Dieterich explica que el comunismo chino introdujo controles de rotación dentro del partido, mientras que en el chavismo -así como en el castrismo y el estalinismo- "uno sigue en el puesto hasta que se muere".
Pero, ¿por qué Chávez citaba a Mao Zedong con tanta admiración? "Tú sabes que Chávez era en buena medida un charlatán", dice Petkoff. Y Dieterich lo atribuye a la "exuberancia retórica" de los discursos de Chávez.
Cuando murió el expresidente en marzo pasado, Maduro dijo que sería embalsamado "como Ho Chi Min, como Lenin, como Mao Zedong".
Chávez, sin embargo, nunca fue embalsamado. Se habló mucho de eso, pero nunca ocurrió. Tal como pasó con el maoísmo en su gobierno.
Miércoles 25/12/2013