BBC MUNDO
Leopoldo López cumple un mes en la cárcel, y la camiseta que llevaba el día de su entrega, en la que decía "el que se cansa pierde", ahora es vestida por los miles de venezolanos que continúan en las calles protestando contra el gobierno de Nicolás Maduro.
El líder político, considerado parte del ala más radical de la oposición, es acusado de promover la violencia que dejó una marcha en Caracas el 12 de febrero, en la que tres personas murieron y muchas más resultaron heridas y detenidas.
Desde entonces, los números no han hecho sino crecer: 28 personas han fallecido, cientos quedaron heridas y más de 1.500 han sido arrestadas a lo largo de Venezuela.
Y López -que está retenido en la cárcel militar de Ramo Verde, en las afueras de Caracas- sigue los acontecimientos a través de los periódicos y la televisión que le instalaron hace unos días en su celda de 13 metros cuadrados.
Uno de sus abogados, Bernardo Pulido, le cuenta a BBC Mundo que López "está muy entero, muy firme" y que el sábado incluso le dijo "estoy en una cárcel pero no me siento preso".
¿Mártir?
La figura de López ganó notoriedad durante el último mes: en medio de la creciente crisis económica y de inseguridad, su idea de sacar a Maduro del poder a través de la protesta pacífica ganó adeptos entre la oposición.
Así fue la entrega de Leopoldo López /Video BBC
Según Luis Vicente León, director de Datanálisis, una firma de estudios de opinión pública, "López había perdido terreno en la conexión con la gente, una vez que ya no era alcalde (de la municipalidad caraqueña de Chacao) y estaba inhabilitado políticamente".
Además, el excandidato presidencial Henrique Capriles se convirtió en el líder claro de la oposición y, según León, esto llevó a que López "viera el radicalismo como su única forma de recuperar liderazgo".
El apresamiento, dice León, "le da notoriedad y conecta la voluntad nacional con su figura".
La entrega de López a las autoridades el 18 de febrero convocó a decenas de miles de personas en el este de Caracas y fue vista por algunos como una estrategia de su partido para martirizar al líder político.
Cargos
En un principio, López fue arrestado bajo siete cargos, entre ellos homicidio y terrorismo.
Dos días después la fiscalía eliminó tres de ellos y ahora es acusado de instigación para delinquir, daño e incendio de edificación pública y asociación para delinquir.
Este último es el que exige que López esté privado de libertad, pues investiga faltas graves como financiamiento del terrorismo.
Si a los 45 días de producirse el arresto la fiscalía no ha presentado una denuncia formal, López tendría que salir de la cárcel. De lo contrario, enfrentaría un juicio en principio oral y público.
Sin embargo, no solo sus abogados y su esposa, sino gran parte de la oposición -incluso quienes critican sus posiciones radicales- están convencidos de que la detención de López se debe a una decisión política.
Pero a diferencia de su esposa, el abogado Pulido admite que no tiene muchas esperanzas de que López salga de la cárcel, "porque desde un principio el proceso ha estado viciado y no se ha respetado la presunción de inocencia".
Pulido asegura que "no presentaron pruebas de la presunción de culpabilidad, no hay elementos suficientes para determinar los indicios y el expediente escasamente menciona a Leopoldo, sino que relata los destrozos del edificio del Ministerio Público", que fue donde se produjo la marcha del 12 de febrero a la que López asistió antes de que se produjeran los disturbios.
Por otro lado, en el oficialismo se maneja la idea de que a López se le mantiene preso porque su vida está en peligro.
El día del arresto, López fue escoltado por el presidente del Congreso y segundo al mando del chavismo, Diosdado Cabello, con el argumento de que había que "resguardar su seguridad" porque estaba amenazado por "su propia gente" y "sectores del fascismo".
"Aislado"
Por ahora, López pasa sus días en la cárcel, leyendo y haciendo ejercicio.
Su esposa, Lilian Tintori, que se ha convertido en una figura pública desde el arresto y tuitea desde la cuenta de López, le dijo a la BBC que su marido está "aislado en una celda con baño" y no puede hablar con los otros reclusos.
Se levanta todos los días a la 6 de la mañana. Sale a la cancha a trotar, saltar lazo y hacer barras. Dentro de la celda, hace sentadillas, lee libros de historia y economía y "escribe sobre su situación", asegura Pulido.
Además de la comida que le dan en la cárcel, su familia le lleva frutas y otros alimentos en los días de visitas, que son jueves, viernes, sábado y domingo.
Nadie más, fuera de familiares y abogados, lo puede visitar, algo que genera una nueva crítica de su abogado, quien dice "a Hugo Chávez, cuando estaba preso, lo visitaban cientos de personas que hacían largas filas".
Pero López no puede verse con los demás reclusos, asegura, porque no sale de la celda al tiempo que los otros.
Todos los objetos que le mandan son inspeccionados por los guardias. Y muchos de ellos -como los afiches que le envían sus seguidores con la famosa consigna, "el que se cansa pierde"- son retenidos. Los consideran proselitismo político.
Lunes, 17/03/2014