Daisy Galaviz
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Además de la ineficiencia de atención en materia alimentaria para los pacientes infantiles, en el hospital JM de Los Rios los trabajadores de la salud siguen viéndose en la necesidad de atender a medias las afecciones.
A propósito del comunicado publicado por al menos 58 organizaciones de carácter social, representantes y personal médico, en el que expresan su preocupación por las condiciones bajo las que se están atendiendo a los niños en este centro de salud, queda en manifiesto que la escasez de suministros se replica como en la mayoría de los hospitales de Caracas. Destaca la desmejora de las condiciones de salud de los niños.
Este miércoles trabajadores del centro de salud manifestaron al Diario 2001 que en el área de emergencia y terapia intensiva hay que hacer especial énfasis en la falta de antibióticos, pues esta es una falla que no puede ser pasada por alto. Medicamentos de alto espectro como el meropenem y la intermitencia de otros como vancomicina ponen en riesgo a los pacientes.
Explican que a veces los cupos colapsan debido a que no se da la atención oportuna (sobre todo por la no aplicación de los antibióticos) provocando que algunos casos se cronifiquen.
También hay una falta generalizada de analgésicos como la dipirona o antiinflamatorios como el ketoprofeno, solo cuentan continuamente con acetaminofén vía oral.
La disponibilidad de anestésicos también es un dolor de cabeza para los especialistas, no hay ketamina y el midazolam que está llegando es cubano y no tiene un efecto duradero.
Sólo en terapia intensiva hay rayos X porque si el equipo sale de allí se deteriora -en radiología no hay desde hace dos años-, aunque a veces se le da uso al de terapia con pacientes críticos siempre y cuando sean trasladados hasta allí.
No pueden realizar la química sanguínea completa -tienen aproximadamente seis meses sin poder sacar los electrolitos, lo mismo sucede con el examen PCR-. Asimismo en el laboratorio de bacteriología a pesar de que tienen los reactivos, pero -desde hace un año- no cuentan con el envase dónde se almacena la sangre, por lo que mandan a los padres a comprarlo y estos solo son vendidos en los laboratorios privados si se realiza el examen completo.
Por otra parte, últimamente están llegando muchas neumonías al hospital y en este momento no cuentan con pleur-evac -también conocido como trampa de agua- envase en el que se drena el tubo de tórax, por lo que los padres deben adquirirlo por su cuenta, lo que tiene un costo aproximado entre Bs 40 y 50 mil.
“Para los padres que son muy pobres se ha tenido que adecuar con frascos de mayonesa”, denunciaron.