Nayzai Saavedra|[email protected]
El clima de conflicto del país y lo que esto genera en los adultos también afecta a los chamos, quienes desde muy pequeños "incluso cuando tienen unos meses" pueden sentir la inquietud de la madre, y, ante esta situación, podrían manifestar dudas y hasta desarrollar síntomas.
Radar. Robert Lespinasse, expresidente de la Sociedad Venezolana de Psiquiatría, indicó que "los niños son como un radar por lo que perciben el estado de ánimo de los padres".
Es posible explicarles que hay una situación de crisis porque no hay suficiente comida, medicamentos y que debido a esto la gente está protestando. Hacerles ver que va a pasar pronto, pero que mientras se mantenga hay que cuidarse, de forma que ellos colaboren en el sentido de protección (provechoso para discutir tips de seguridad).
Javier Padrón, psicólogo, coincidió que desde muy pequeños empiezan a notar cambios y dijo que "hay que tomar en cuenta la evolución de la ‘psiquis’ que varía de persona en persona, además que no es lo mismo tratar con un niño que con un adolescente".
“Hay información que no se le debe ofrecer a los más pequeños porque genera confusión y angustia. Pero también es importante manejar los efectos de lo que se puede decir en el sentido de tratar de crear conciencia y de formar los valores”, indicó Padrón.
Respuesta. Lespinasse comentó que "si el niño pregunta hay que responderle de una forma sencilla y clara". "En caso de que se muestre ‘sintomático’, es decir, que se comporte de forma diferente a la habitual (más llorón, sensible o retraído), en eso casos es prudente preguntarle qué le sucede y reiterarle que aunque las cosas ahora son incómodas no lo serán así siempre y van a resolverse".
Padrón hizo hincapié en la importancia de ofrecer la información de acuerdo con las preguntas que surjan, pues "sería innecesario introducir elementos que generen nuevas preguntas para cuyas respuestas no se sienten aptos".
La rutina es importante. Tanto Lespinasse como Padrón destacaron que lo fundamental es "mantener la rutina, que en la medida de lo posible las cosas no dejen de ser como hasta ahora las han llevado en el núcleo familiar". Padrón reconoce que en las situaciones de conflicto "estas cambian y hay que buscar tener la mayor consistencia".
“En cualquier situación crítica la indicación es buscar la manera de que se reintegren a su actividad cotidiana lo más pronto posible, que vuelvan al colegio, que tengan sus tiempos de descanso, alimentación, recreación de siempre para que se abstraigan un poco de la situación”, explicó Lespinasse.
Aprender a regular. Lespinasse advirtió que es necesario "dosificar la noticia en el hogar porque hasta los adultos pueden sobrexponerse".
Con los adolescentes se puede ser más franco, explicarles que no se trata de someterlos o sobreprotegerlos sino que el riesgo es grande, que los ataques en la calle son fuertes y que la vida está en peligro.
Informó que con frecuencia se están encontrando en la consulta con pacientes alterados por la situación que están nerviosos, que no comen, no duermen y se muestras irritables generando discusiones en el hogar, así que le recordó a los padres que "su tranquilidad es la tranquilidad de sus hijos".
2017-05-10