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La escasez de comida y transporte son factores que agudizan la asistencia al colegio de algunos niños, niñas y adolescentes que se quedan en el camino por falta de “energía“. Otros continúan su formación escolar más allá de las fronteras venezolanas.
La crisis que atraviesa el país aniquiló el sueño de muchos padres de incorporar a sus hijos al sistema educativo o de enviarlos de vuelta a clases en este año escolar, a pesar de las jornadas de entrega de cuadernos y bolso tricolor propuesta emitida y aprobada por Nicolás Maduro, no todos reciben el apoyo, y no es suficiente para cubrir la demanda.
Zapatos escolares, uniforme, camisa, pantalón, lápices, creyones, son implementos básicos para ir a la escuela, los cuales se han convertido en algo económicamente inalcanzable, sin dejar atrás la alimentación de los niños, desayuno, almuerzo y cena, otro factor que interrumpe el aprendizaje.
Algunas comunidades recurren a la realización de jornadas para recaudar donativos y así sus hijos continúen con la asistencia. Otras estrategias a la que recurren los representantes para minimizar gastos económicos, es la de inscribirlos en centros educativos cercanos a sus casa, y llevarlos de cuatro a tres días de los cinco de la semana.
“Cada vez que mis hijos pasan de grado para su padre y para mi es una presión, ya uno sabe que gastará la quincena, las utilidades, y hasta tenemos que pedir prestado para comprarle los útiles escolares, el uniforme y, por más que uno haga el empeño siempre le faltan cosas”. Así se lamentaba Sonia Sánchez, una vecina de Caracas, que junto a sus dos hijos, Yordin, de 12 años y Jhon de 9 esperaba a sus hijos afuera del Colegio en la capital.
La alimentación es vital. La situación alimentaria en Venezuela se caracteriza pordiversos factores, principalmente por la caída en la producción nacional de alimentos y la falta de materia prima como recurso esencial, padecimiento que viene expresado desde el año 2010.
Según, el economista Urbi Garay, el Producto Interno Bruto a finales del 2019 tuvo un descenso del 30%, estas características dan como resultado la escasez de alimentos, y las altas situaciones de vulnerabilidad en niños y jóvenes.
Aunque existen serias restricciones de acceso a la información y de datos, se desconoce las cifras exactas de las condiciones nutricionales de la población infantil, en este sentido, la afirmación del Estado de que “hoy en Venezuela el 95,4% de los Venezolanos comen 3 y más veces al día”, contrasta con otras cifras en las que ya existía 11,2% de personas que realizaban menos de 2 comidas al día, según la encuesta de Condiciones de Vida de los Venezolanos (ENCOVI, 2014) realizada por tres universidades: Universidad Central de Venezuela, Universidad Simón Bolívar y Universidad Católica Andrés Bello, deja la interrogante abierta.
“Un niño desnutrido tiene 5 veces menos probabilidad de completar su trayectoria escolar”, aseveró, la especialista en nutrición Marcia Facundez. Los indicadores de desnutrición, explica que, el tener sueño constante, bostezos continuos, ojos pálidos y ojeras son características de un niño que no está bien alimentado.
“Los niños se desmayan, te lo digo porque los director de las escuela nacionales y privadas nos reunimos, y el común denominador es la alimentación, si es en la mañana no han cenado ni llevan desayuno, y si es en la tarde no han desayunado ni almorzado, de hecho cuando hay el programa de alimentación eso es un paliativo para ellos, porque eso no funciona, el país no funciona, a veces hay comida, a veces no hay, y cuando llega la comida les dan arroz y pollo después de ahí para allá carota y lenteja pero las proteínas es mentira”, Afirmo, la Directora del colegio “Virgen de la Paz ubicado en Catia, quien en persona nos mostró las condiciones de la institución.
La directora comenta que las comunidades han brindado su apoyo y ellos como institución realizan trabajos comunitarios a los más necesitados, “el año pasado, tuvimos unos niños de la calle, los albergamos sin pagar nada, ellos hacían vida en el basurero que está cercano a la escuela, sus papas llegaban en la mañana a reciclar la basura, les brindándoles educación y este año escolar los instale en una escuela nacional para que tuvieran el programa de uniformes, el programa del bulto escolar, la comida, y bueno allá están en el Cristo rey, y los mantenemos monitoreados”.
“Aquí hay mucha integración con la comunidad, la comunidad nos incluye en todos sus programas” ¿cuáles son esos programas? Cuando tienen jornadas de comida, de hortalizas y todo eso, nos lo ofrecen a nosotros para los niños, realizaron una recolecta en toda la comunidad y nos cambiaron los bombillos, siempre están pendiente en pro de que la institución se mantenga y siga de pie”.
Carencia de profesores. La carencia de profesores es uno de los factores principales de las instituciones que afecta a toda la población estudiantil de educación básica y secundaria, esto se debe a que existen quienes han tenido que emigrar a otros países, y quienes se han desprendido de su labor profesional para realizar otras actividades en las que perciben mayores ingresos económico.
Greivin Nuñez, egresado del Instituto Pedagógico de Caracas, actualmente profesor de la Unidad Educativa Ambrosio Plaza, realza que el sueldo no le alcanza, ha optado por dar clases en instituciones privadas donde el sueldo es un poco mayor y la paga responsable.
“Juré que daría mi vida por dar una educación de calidad y eso hago, tengo 4 años impartiendo clase y la deficiencia que se ve es horrible, desde infraestructura, tener que entender a los representantes porque sus hijos no asisten constantemente recurriendo a las excusas porque les da pena decir que no tienen nada que comer”, explicó el joven profesor.
Pese a la deserción profesoral en los planteles, las comunidades se han unido, y toman la batuta, cubriendo las vacantes de los planteles tomando el rol de ser maestras temporales en las instituciones donde sus hijos reciben clase, explican que con la organización de madres y representantes los niños se ven motivados asistir a clase, y la misma comunidad se torna parte de la solución.
AYUDAR A LOS QUE NO TIENEN
Raziel Rodríguez, Director de la fundación “Raziel”, expone que en los colegios de bajos recursos los niños van con los zapatos rotos, con los uniformes reenganchados, y estudiantes de otros colegios privados les donan la ropa a los niños, ratifica que cuando realiza la recolecta de insumos es con motivo de apoyarlos e incentivarlos “que vean un cuaderno de excelente calidad, un bolso de buena calidad, eso incentiva de manera positiva a los chamos.
“En buena parte a los niños, los padres los envían a las escuelas, porque allá dan comida, pero hay una gran verdad de que las comidas no están siendo bien proporcionadas, muchas veces a los niños les sirven simplemente arroz, con un poquitico de vegetales, o caraota sola, no está siendo balanceada la alimentación, y en proporción no están siendo bien alimentados. Sin embargo es una opción por parte de los padres no tienen como alimentar a sus niños en casa los envían a las escuelas
Rodríguez, afirma que La deserción estudiantil es por falta de alimentación, “esa es la verdadera causa, no tanto por los útiles escolares, porque los niños con un cuaderno aguantan”. Exclama que “he visto a niños en las escuelas con cholas crocs, con sandalias que no son acordes con las escuelas, pero igual las escuelas los están recibiendo por cuestiones de la crisis y no les exigen el uniforme al 100%. Lo que he descubierto es que los niños están dejando la escuela es por la falta de alimentación”.
La directora Danelis Sánchez, expreso “Nuestro uniforme aquí para las niñas es falta pero debido a la situación del país la aceptamos con pantalones, zapatos del color que sea, y bueno como le exiges si no tienen como traer comida, y los zapatos rotos la mayoría, hemos podido cubrir parte gracias a las ONG”.
2020-02-10
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