Domingo 24 de Noviembre - 2024
VENEZUELA
Escoge tu edición de 2001online.com favorita
Venezuela
América

Doña Bárbara arriba a 91 años de publicada

Miércoles, 12 de agosto de 2020 a las 12:00 am
Suscríbete a nuestros canales

Libany Daniels 

El 11 de agosto de 1929 se publicó por vez primera el clásico de la literatura hispanoamericana "Doña Bárbara", con una composición narrativa completa y compleja, publicada por la Editorial Araluce y escrita por el venezolano Rómulo Gallegos (1884 – 1969).

Gallegos fue uno de los máximos representantes de la tendencia realista que subsistió en la narrativa hispanoamericana de las primeras décadas del siglo XX, periodo en que convivió con el desarrollo de la novela indigenista. Cursó estudios universitarios de Agrimensura y de Derecho en la Universidad Central de Venezuela, pero no llegó a terminarlos, fue empleado de ferrocarriles y profesor en colegios privados, llegó a ser subdirector de la Escuela Normal y director del Liceo de Caracas (1922-1928). En 1947 fue elegido presidente de la República, pero fue derrocado al año siguiente por una junta militar encabezada por Carlos Delgado Chalbaud.

 

Doña Bárbara es la novela más internacional de Gallegos y ha sido reeditada más de cuarenta veces y traducida a muchos idiomas. Así como también ha sido adaptada a infinidades de producciones televisivas a lo largo de toda la historia. 

Esta novela venezolana desde su aparición, se leyó con deseo, quizás porque entre líneas Gallegos expresaba su rebeldía al régimen dictatorial de Juan Vicente Gómez y al atraso que vivía el país. La novela examina el tópico sociológico, de raíz positivista, civilización frente a la barbarie en la vida venezolana rural. Entre otros méritos, se destaca la maestría del escritor en cuanto a la creación de personajes, así como también la descripción del paisaje llanero.

Doña Bárbara es la mujer más bella de Venezuela y dueña de la hacienda «El Miedo», cuyo antiguo nombre era «La Barquereña». Es una terrateniente, ruda e insensible por una experiencia traumática que tuvo de adolescente, al ser violada por un grupo de piratas asesinos que también le arrebataron el primer amor de su vida, Asdrúbal. Ella ha acumulado grandes tierras y manadas extensas de ganados usando a los hombres para su provecho personal, así como por medios ilegales, tales como el soborno a los funcionarios locales, entre otros.

Resumen

La novela relata el regreso de Santos Luzardo a la hacienda familiar, después de muchos años vividos en Caracas.

Los antecedentes de la historia son: El padre de SantosJosé Luzardo pelea con su cuñado Sebastián Barquero; se repartirán la finca original quedándose José con la que seguirá llamándose Altamira, mientras que la parte en mano de su hermana Panchita será conocida como La Barquereña, pero la disputa seguirá por una cuestión de linderos no bien definidos, provocando muertes en las dos ramas de la familia. La situación se vuelve más crítica cuando José Luzardo mata su hijo mayor Félix en una pelea por fútiles motivos y seguidamente se encierra en un cuarto de su casa, sin pan ni agua, esperando la muerte. La viuda de José decide mudarse para Caracas con Santos que es un adolescente; quiere alejarlo de ese ambiente nefasto. Después de algunos años el joven logra adaptarse a la ciudad, pone empeño en sus estudios universitarios, graduándose de abogado y no siente ningún interés por la finca: Altamira por mucho tiempo ha tenido administradores de confianza, pero la situación ha cambiado desde que ha aparecido en la región, Doña Bárbara, mujer que obtenido adueñarse legalmente de La Barquereña, de partes de Altamira y del ganado. Santos tiene que decidir si vender Altamira: su madre ha muerto y él tiene intención de emigrar del país. A raíz de eso viaja para San Fernando y seguidamente para Altamira, para tomar una decisión definitiva sobre la finca.

En cuanto a Doña Bárbara, se cuenta que cuando era jovencita, era la cocinera de una piragua. Allí, en el último viaje de esta tripulación conoció Asdrúbal y se desató la tragedia: la muchacha se enamora, el muchacho se interesa en ella, al que el capitán que tiene otros proyectos para Bárbara (violarla y venderla a un viejo sádico), manda a matar el muchacho; pero la tripulación que tiene las mismas intenciones que el capitán, se amotina, matan al capitán y violan a Bárbara. El piloto de la piragua, Eustaquio, un viejo indio baniba (baniwa), de la misma tribu de la madre de la muchacha, mata al resto de la tripulación y se lleva a Bárbara a vivir en la selva por algún tiempo. Ella, con los indígenas, aprende sobre hierbas y brujerías, pero su belleza perturba la paz de la comunidad, por eso tiene que alejarse. Viajando con Eustaquio, conoce a Lorenzo Barquero, el heredero de La Barquereña y comienzan una relación: Lorenzo está enamorado de ella, pero ella ya es la “devoradora de hombres” que ni acepta casarse con él porque no acepta que ningún hombre la domine. Tienen una hija, Marisela y esto empeora la situación; con su nuevo amante, el coronel Apolinar, planea un enredo para adueñarse de La Barquereña, lo logra y corre a Lorenzo con la pequeña hija de la hacienda (que será llamada El Miedo). Con Apolinar aprende sobre pleitos legales y estos le permitirán progresivamente de adueñarse de muchos terrenos, ya sin la ayuda del coronel, misteriosamente desaparecido.

Santos llega a Altamira, donde quedan algunos peones fieles a su familia que esperan que él tome las riendas de la situación corriendo al mayordomo Balbino Paiba que es el amante actual de Doña BárbaraSantos no esconde sus intenciones de vender la finca, pero en poco tiempo la vida en el llano lo conquista de nuevo: tiene intención de arreglar las situaciones irregulares que se han presentado con sus vecinos, en particular con Doña Bárbara y Mister Danger y de ayudar al primo Lorenzo, que vive en miserables condiciones con la hija Marisela que es prácticamente una salvaje.

Así comienza con una serie de pleitos para poner una cerca, para recuperar el ganado que pasa de una finca a otra etcétera. Doña Bárbara adopta una actitud aparentemente conciliante y después de haber conocido Santos se va enamorando de él; pensaba seducirlo, para tenerlo en su poder como los otros amantes de su vida, pero Santos es inmune  a sus hechizos, no la teme y no la desea.

También Marisela se ha enamorado de Santos; ella y su padre han aceptado de ir a vivir en AltamiraSantos busca que Lorenzo deje las borracheras y vuelva a ser ese hombre ejemplar, que fue en la juventud y con Marisela, rustica quinceañera, se empeña en un trabajo pedagógico: ella tendrá que practicar lectura, escritura, buenos modales, aprender a hablar correctamente y a cuidar su apariencia. Tantas atenciones la enamoran, pero Marisela sabe que este es un amor imposible. Santos quisiera alejarla mandándola donde unas tías o a estudiar en Caracas, no está interesado en ella, a veces piensa que ella tiene el alma cruel de su madre, pero al mismo tiempo disfruta de su compañía, hasta que la situación precipita. Doña Bárbara prepara un embrujo para Santos y cuando Marisela se entera, corre a confrontarla; es la primera vez que madre e hija están cerca desde que la madre la abandonó, pero la pelea es interrumpida por Santos. Él regaña a Marisela por estar creyendo en brujerías y ella cae en depresión, entiende de repente el peso de ser la hija de semejante mujer, conocida como la Dañera y resuelve devolverse con el padre a su rancho. En efecto, aprovechando de la ausencia de SantosMarisela regresa a vivir a su antigua morada, claro que ya no está acostumbrada a esa vida salvaje, y sabe que corre el peligro de que Mister Danger la obligue a ser su amante, como muchas veces ha amenazado; decide entonces pedir dinero a su madre, para alejarse definitivamente de  todos ellos, buscando también atención médica para el padre y doña Bárbara acepta, feliz de liberarse de la rival. En los días de la pelea entre madre e hija, hay un acontecimiento que cambia la actitud de Santos: encuentran muerto uno de sus peones. En realidad los peones eran dos, pero nunca conseguirán el otro, probablemente devorado por caimanes; los dos peones eran los encargados del traslado de un precioso cargamento de plumas para que fueran negociadas en San Fernando. Para Ño Pernalete, el jefe civil, esta ha sido una muerte natural, el que hace enfurecer a Santos que decide abandonar las vías legales, según justicia a las que se ha atenido hasta ahora. Doña Bárbara es indecisa, entre ayudarlo para causarle una buena impresión o seguir los deseos de sus peones que quieren venganza porque Santos ha mandado a encarcelar dos de ellos y, al fin deja que la suerte decida. Hay un encuentro entre Santos y el Brujeador, seguramente una trampa, pero es el Brujeador el que muere. Santos se creerá homicida y esto le procurará una grave crisis de conciencia: toda su lucha contra la barbarie y el salvajismo de esa tierra llanera ha sido inútil, él también se ha adaptado, embrutecido, en vez de lograr la llegada del progreso  en esas tierras. Cuando en ese mismo día, Marisela y Santos se rencuentran, porque Lorenzo acaba de morir justo  el día antes de salir definitivamente para San Fernando, ella logra argüir que Santos no es el homicida y con eso le devuelve la esperanza, la confianza y él se abre a este amor.

Doña Bárbara con la muerte del Brujeador decide entregar también Balbino Paiba que es el verdadero autor de los dos homicidios y del hurto de las plumas: lo mandará a matar en un arreglo de cuentas y dispondrá para que legalmente sea reconocido como el responsable de la muerte del Brujeador. Su grande esperanza es con estos gestos conquistar  Santos, pero, casi enloquece viendo Santos y Marisela de nuevo juntos en Altamira: está dispuesta a matar a la hija, cuando de pronto, recapacita. Viendo Marisela más de cerca, se ve reflejada en ella a esa edad, cuando se enamoró de Asdrúbal y este recuerdo le ablanda el corazón y le permite un primer sentimiento maternal.

Ordenará todos sus negocios, dejando como heredera a la hija que finalmente reconoce y desaparecerá en la nada: algunos dicen que se ahogó en el pantano pero circulará también el cuento de que está navegando en un bongo por el río.

La civilización avanza, en el territorio salvaje y Mister Danger también se va porque su época ha terminado. El nombre de la finca El Miedo desaparece, porque con el matrimonio de Marisela con Santos todo vuelve a ser Altamira.

2020-08-11

Para mantenerte informado sigue nuestro canal en Telegram https://t.me/Diario2001Online