Dayana Escalona
Las precipitaciones de la tar-de de este lunes colapsaron el paso vehicular entre la zona industrial de La Yaguara y la carretera principal de El Junquito, generando un fuerte retraso a los habitantes para retornar a sus hogares.
Ilvia Arroyo, comerciante informal de la zona, cuenta que a los 10 minutos que comenzó el “palo de agua” desde el sector San Rafael se podía apreciar como bajaba el agua, similar al cauce de un río, pero con lodo, piedras, escombros, desperdicios y restos de madera.
“Eso hace que se tapen los drenajes y alcantarillas; por eso, después de una lluvia esto queda lleno de tierra, con pozos de lodo y una innumerable cantidad de botellas plásticas. Lamentablemente esto seguirá mientras no canalicen las cloacas de las invasiones que existen hasta el kilómetro 4”, expresó Arroyo.
José Silva, trabajador de la zona industrial de La Yaguara asegura que aunque tienen al frente la Corporación de Servicios de Gobierno de Distrito Capital, la situación cada día empeora, y en otras oportunidades los desperdicios llegan “casi” a la avenida Teherán de Montalbán.
“Ayer, después del elevado hasta había un pozo de agua; este de aquí no es nada comparado con lo que hemos vis- to bajar del barrio”, agregó.
Por otro lado, desde tempranas horas de la mañana fueron desplegadas cuadrillas de la empresa Supra Caracas y la alcaldía del Municipio Libertador, para despejar la vía, además de un operativo de destape y limpieza de las bo-cas de visita, boca de sapo, y desagües.
“Este trabajo lo tenemos que realizar tras cada precipitación presentada en la zona, y previo al comienzo de lluvias. Lo que pasa es que baja mucha tierra y esto es lo que genera que colapse el alcantarillado y los drenajes”, explicó Arquímedes Vásquez, jefe de Grupo de la alcaldía de Caracas.
Denuncias
Habitantes de la parroquia El Junquito aprovecharon para denunciar que el servicio de transporte explota esta situación, retrasando el ingreso de las camionetas y autobuses, para cargar pasajeros.
“Esconden los carros, estacionándolos en otro lado y los mandan cada media hora para ofrecer servicios piratas o los llamados traslados “a puerta cerrada”, cobrando pasaje entre Bs. 80 y Bs. 60”, dijo Yasmina Rivero, vecina de la zona.
Rivero señala que pueden pasar hasta tres horas en cola esperando por una unidad.
2015-09-09