Luis Colina | [email protected]
La preocupación aún late diariamente en los residentes; pero ya no se debe a la presencia de los funcionarios del Estado, sino a la inseguridad que permea todas las etapas (edificios) del Conjunto Residencial El Paraíso (Crep), mejor conocido como “Los Verdes”, que se convirtió el año pasado en uno de los centros de mayor resistencia en Caracas, durante las protestas antigubernamentales.
Ya sea en la entrada de la residencia, dentro de ella o en el estacionamiento, los robos a habitantes y transeúntes se han vuelto monotonía, incluso, predecibles.
“Hay un tipo que viene con un motorizado en el mediodía y se queda viendo a la gente hasta que elige a alguien para robar”, relató un habitante de la Etapa I que prefirió no ser identificado.
Otro objetivo usual del hampa son los usuarios que asisten a las sedes del Banco Bicentenario y del Instituto Venezolano de Seguros Sociales (Ivss), ubicados en el interior del Crep.
Según otro habitante de la Etapa I, que no quiso ser identificado, el miércoles pasado, algunos adultos mayores que cobraron su pensión en el Ivss de la residencia, fueron asaltados. “Cuando pagan la pensión, roban a los viejitos”, indicó.
Incluso en el estacionamiento del Crep, que se encuentra en el sótano de la residencia, los delincuentes entran a sus anchas, robando aceite, baterías y cualquier otro elemento que puedan sustraer de los vehículos.
Ante ello, algunos residentes han optado por “enrejar sus puestos en el estacionamiento para que no les roben el carro o desvalijen”, acotó una habitante de la Etapa I que no quiso ser identificada.
Los malhechores, para aumentar sus probabilidades de éxito, rompen los bombillos del estacionamiento; así, tanto vehículos como dueños son asaltados bajo la complicidad de la penumbra.
“Nada más el viernes 16 (de febrero) maniataron a los vigilantes en el estacionamiento y agarraron a un muchacho, lo golpearon y luego le robaron el carro”, señaló una señora.
Sin control
Los vecinos aducen que el alto índice de criminalidad en el Crep se produce por la entrada libre de personas al recinto y que, forzosamente, debe ser así por la presencia de los establecimientos comerciales dentro del conjunto residencial.
“El problema es que no podemos cerrar la puerta porque aquí hay un banco, está el Seguro Social y hay como cuatro locales más”, apuntó uno de los habitantes.
Sin resolver
A juzgar por el relato pareciera que los edificios fueron dañados por las protestas y sabemos que eso no fue así. Estamos expuestos porque con tanquetas nos tumbaron todas las rejas, forzaron entradas, rompieron cámaras de seguridad y se robaron sistemas de vigilancia. Todo eso lo hizo el Conas, Sebin, Dgcim y compañía el 13 de junio de 2017. Qué grave que no solo no se mencione en el texto sino que se atribuyan los daños a las protestas.
"Todo empeoró después de las guarimbas”, indica la residente de la Etapa I en relación a los daños que sufrió la infraestructura durante las protestas antigubernamentales del año pasado.
Según ella, la inseguridad empeoró desde entonces. El sistema de agua es irregular en las cuatro etapas de la residencia, el servicio se ausenta en el día y solo llega en la noche, y a pesar de que Hidrocapital ha ido al lugar, “no dan respuesta”.
Los intercomunicadores siguen inoperativos y uno de los portones laterales de la residencia está destruido.
A pesar de todo esto, la residente indicó que la unión entre los habitantes ha sido clave para enfrentar y resolver los problemas. “Los vecinos reparamos los daños y enfrentamos la delincuencia”, indicó.
2018-02-25