Zairet González Ramírez | @ZaiLez
El Día de los Santos Inocentes es la conmemoración de un episodio infortunado del cristianismo: El asesinato de niños menores de dos años en Belén, la cual fue ordenada por el Rey Herodes. Esta fecha es tomada por millones de personas para hacer “bromas inocentes”.
Herodes había entendido mal el título bíblico del rey, aplicado al Mesías, y al conocer el nacimiento de éste en Belén, quiere suprimir todo riesgo para su trono matando a todos los recién nacidos en esa región.
Jesús había huido a Egipto. Sus pequeños compañeros son sacrificados entre los gritos y llantos de sus madres. Se les llama los Santos Inocentes, por la imposibilidad de pecar, por haber muerto en lugar de Cristo, confesándolo no con su lengua, sino con su sangre, a modo de Bautismo precursor.
Durante siglos fue la fiesta de los monaguillos que llegaban a sustituir por unas horas al cabildo, y elegir por un día su pequeño obispo y predicador.
Hoy, lejos de su trágica esencia, esta celebración se convirtió en una excusa para hacerse bromas entre las personas.
2016-12-28