Naysai Saavedra
Los parques, en los meses de sequía, alrededor de noviembre hasta mayo, se notan desvaídos, y eso es lo que le pasa al de Los Caobos, ubicado en Caracas. No obstante, hay otros factores que influyen para que el lugar de recreación natural esté o no en buenas condiciones.
En un recorrido realizado por sus instalaciones se evidenció que a pesar de que el añoso parque no se encuentra deteriorado, estructuralmente hablando, sí permanece en un estado visible de desatención.
Las caminerías, el recubrimiento de las plazas, las esculturas, no están dañadas; lo mismo sucede con las instalaciones infantiles y de actividad física, sólo se evidencia el desgaste por su uso. La Fuente Venezuela, uno de los mayores iconos de este parque, se mantiene en funcionamiento.
Pero, muchos visitantes indicaron que el hecho de que no se recojan las hojas secas da la impresión de que está abandonado, que no está siendo atendido por nadie.
Robos
Por otra parte, la mayoría de las personas consideran que el principal problema que tiene el parque es la inseguridad, debido a que por su amplitud y por los diversos accesos con los que cuenta se ha prestado por años para que desde indigentes, pasando por drogadictos y todo tipo de antisociales hagan uso de los espacios convertidos en guaridas durante las noches.
Los usuarios del gimnasio “callejero” también denunciaron que la inseguridad es tal en el parque que hasta los discos que han preparado para el levantamiento de pesas se los han llevado debido a que el espacio está a la intemperie. Recordaron que el gimnasio de boxeo fue derrumbado para la construcción de un “Café Venezuela”, que nunca llegó a ver luz, y donde solo quedan escombros.
Además, hay diversas áreas en desuso o mal uso, estructuras como depósitos, casetas de primeros auxilios y locales que, no están abiertos y que sirven de mampara para el anonimato de quienes desean esconderse.
En este aspecto también entra la ausencia de supervisión. Durante el recorrido no se observaron trabajadores en el parque que se encargaran de que en el mismo se cumplieran las prohibiciones y restricciones dispuestas.
Los usuarios llevan mascotas sin cadena y sin bozal, nadie respeta las normas, así como tampoco llevan consigo ninguna herramienta para recoger los desperdicios.
Más detalles
Ha desaparecido el esplendor de las áreas recuperadas que exhibían carteles educativos para el cuidado y protección de los espacios. En esta época, las pocas áreas que cuentan con verdor no están podadas y en su mayoría no son más que maleza.
Por otra parte, no todos los espejos de agua son agradables a la vista. Algunos cuentan con el funcionamiento de sus alimentadores, por lo que el agua fluye, pero muchos de estos espacios tienen agua estancada. Las diversas esculturas esparcidas por todo el parque deberían recibir mayor mantenimiento para evitar el deterioro.
El estado de los baños es irregular, indican que casi nunca están abiertos. Aunque otros ciudadanos aseguran que no han tenido problemas. Este fin de semana se encontraban abiertos, pero en el de damas, a pesar de estar limpio, de cinco cubículos sólo funcionaba uno.
2017-02-19