Ana Karina Salcedo
Las vacaciones escolares son una buena oportunidad para incluir vegetales y frutas en los hábitos alimenticios de los niños, informó la nutricionista Leonela García, aunque la actual crisis económica del país le vuelve la tarea difícil a los padres.
En Venezuela son pocos los que pueden mantener una dieta balanceada para los niños, declaró la presidente del Colegio de Nutricionistas y Dietistas de Venezuela, Nixa Martínez. Sugirió formas para acompañar algunos alimentos y convertirlos en comidas más nutritivas.
Explicó que aunque el huevo, el queso y el jamón estén incomparables, otros acompañantes nutritivos para la arepa podrían ser su preparación en forma de guiso añadiendo: calabacín, chayota, berenjena o tubérculos como papas.
La experta aconseja combinar los colores en los platos de los niños, convirtiendo las comidas en más provocativas, ya que muchos infantes se niegan a tomar algunos alimentos porque no les llaman la atención.
Esta resulta una buena herramienta para incluir ingredientes que no sean de la preferencia de los pequeños, como las verduras y las hortalizas, complementando su nutrición.
Martínez informó que es una preocupación para el gremio recomendar la sustitución de un alimento por otro que tampoco es accesible, debido a que los precios de las carnes, los lácteos y las harinas son altísimos.
Durante las vacaciones suele ocurrir que los papás modifican las rutinas diarias de alimentación, alterando los horarios y afectando el hábito llevado durante el año escolar, explicó la nutricionista García.
Además la licenciada indicó que: “Se deben evitar las complacencias en exceso (…) no sustituir la comida de casa por comida chatarra, evitando comprar en la calle”.
Asimismo Martínez afirmó que se ha optado por proponer alternativas para rendir los insumos alimenticios que pueda tener una familia. Esas posibilidades son acompañar las harinas con verduras y hortalizas.
El niño debe incorporar a la dieta patrones alimentarios que van a influir en sus futuros hábitos de alimentación, explicó García, e informó que los infantes requieren más nutrientes que los adultos por su constante desarrollo de huesos, dientes y músculos.
“Darle de comer a los muchachos pasta, granos y arroz, no quiere decir que los estamos nutriendo ”, advirtió Martínez.
Sin embargo, la experta informó que haciendo combinaciones con vegetales es posible aportar mucho más nutrientes al cuerpo, convirtiendo la comida en algo más saludable.
García mencionó como importante que a edades tempranas no se pueden seguir patrones de alimentación como la de los adultos, es decir, no basta con consumir solo tres comidas diarias, sino que debe existir un complemento entre ellas, debido a una menor capacidad digestiva.
Aunque aclaró que estas meriendas no deben ser alimentos superfluos, es decir, con calorías vacías, como chucherías, refrescos, helados o cereales azucarados.
“Comer no es nutrirse”, aclaró la presidente del Colegio. Indicó que ha surgido la necesidad de sugerirles a las mujeres embarazadas el consumo de vísceras -morcilla- para garantizar el aporte de hierro durante el período.
Estudios. En una Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) que se presentó este año, resultaron unos índices alarmantes de bajo consumo de proteínas en los habitantes del país, debido a la hiperinflación.
También arrojó que existe un déficit de nutrición que están presentando los niños preescolares y lactantes, informó la licenciada Martínez.
En el estudio se refleja un 16% de desnutrición en los niños, cifra que es baja porque en las encuestas los padres respondieron que la disminución de consumo de alimentos es de los adultos, ya que muchos dejan de comer para dárselo a sus hijos.
2018-07-14
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