Paola Ñañez
La crisis económica ha mermado la tradición culinaria del venezolano; desayunar, almorzar y cenar “bien” es casi un lujo.
La presidenta del Colegio de Nutricionistas y Dietistas de Venezuela, Nixa Martínez, explicó al Diario 2001 que en el último año, la dieta del venezolano ha cambiado de manera drástica. “Decir que vivimos con la variedad que muestra el Trompo de los Alimentos es falso. Ya no hay alternativas y cada día es más difícil conseguir los alimentos suficientes para garantizar los nutrientes”, aseveró.
El Trompo Alimenticio es la versión venezolana de la pirámide alimentaria, que implementó el Instituto Nacional de Nutrición en 1999. El problema está en que pese a que en un principio se conseguían y producían en el país todos los productos que ahí salen, ahora la realidad es otra.
En ese sentido, Martínez aseguró que el trompo sólo quedó en palabras. “Nunca arrancó. No es posible que el venezolano debe calarse largas horas de cola para adquirir harina para hacerse una arepa, algo tan sencillo y que ahora no se ve en la mesa porque es un lujo”, manifestó.
Al ser cuestionada sobre los alimentos del trompo que aún se pueden conseguir, la nutricionista indicó que sólo los tubérculos, porque, sí hay carne y pollo pero no todos tienen el poder adquisitivo para comprarlos. “Una familia puede consumir proteínas máximo tres veces a la semana, más no, y es ahí donde entra el juego de buscar alternativas para sustituirlas con huevos, queso y, si consiguen, lácteos, porque antes podían hacerlo con los embutidos pero también están costosos. Hay familias que pueden comprar sólo uno. Sin embargo, ningún alimento está en condiciones para sustituir las proteínas”, explicó.
Niños. Martínez también denunció que los índices de desnutrición en los menores de edad han aumentado considerablemente. “Las personas están consumiendo cereal, granos, huevos y queso, y sólo un grupo muy reducido de la población está comiendo carne, pollo y pescado, lo que ha causado la desnutrición infantil”, señaló.
2016-10-05