Nayzai Saavedra | [email protected]
Las personas con enfermedades cerebrales son unos de los pacientes que peor la están pasando por la crisis económica y la falta de medicamentos en el país.
En el caso de la esquizofrenia, enfermedad grave que produce que el que la padece escuche voces que no están allí, siendo que le inciten a hacer cosas o haciéndoles pensar que las personas quieren hacerles daño, solo se están consiguiendo dos de los medicamentos que pueden mantenerlos bajo control e incluso esta disponibilidad es irregular.
Desasistidos. Wadalberto Rodríguez, presidente de la Sociedad Venezolana de Psiquiatría, indicó que el grave problema es que en este momento por la falta de políticas públicas de salud y en específico de salud mental, se ve una recurrencia muy acelerada en las manifestaciones de los pacientes por falta de los fármacos.
Sobre todo porque en muchos casos se trata de pacientes que los especialistas en psiquiatría tienen la absoluta certeza de que pueden funcionar bien siempre y cuando mantengan su tratamiento, en su lugar lo están pasando mal porque no están cumpliendo.
Pocas opciones. El presidente de la Sociedad Venezolana de Psiquiatría indicó que en materia de salud mental la falta de medicamentos se aproxima al 90% y 92%, de cada 10 medicamentos que se conseguían ahora sólo aparece uno -máximo dos- y a altos costos.
“Hasta hace 5 años teníamos más o menos 80 medicamentos diferentes para el tratamiento de diversas patologías mentales. En la actualidad eso significa que hay que tratar a todos los pacientes, no con lo que mejor le va, sino con lo que se consigue”, explicó. Además, dijo que esto tiene como consecuencia que el paciente empiece a estar sintomático, la enfermedad se va haciendo crónica y se hace más difícil de tratar. También puede ocurrir que las crisis duren más tiempo.
Efectos. A la larga se genera un deterioro mental que se manifiesta en la elaboración de pensamientos y aparición de fenómenos senso-perceptivos como las alucinaciones, visuales, auditivas o ambas, los llamados “comandos imperativos”.
Las manifestaciones básicas del paciente esquizofrénico se dividen en dos clases, los síntomas” positivos” y los “negativos”, siendo ambos igual de peligrosos.
En los “positivos” el paciente manifiesta síntomas muy vistosos; como alucinaciones, ideas delirantes, irritabilidad o agresividad, insomnio e inquietud. En los “negativos” el paciente está fundamentalmente en el área de la inhibición; no habla o se comunica con frases simples, se aísla, no quiere ser visto ni ver a nadie; es decir, se encierra en sí mismo. Esto pasa, según el especialista, porque muchas veces la producción de alucinaciones es tan grande que pasa el día prestándoles atención.
De por vida. Rodríguez comentó que el consumo del fármaco debe ser continuo, el paciente queda para el resto de su vida con el tratamiento, aun cuando esté asintomático.
En este sentido, reveló que al propio paciente le cuesta entender que debe mantener esta rutina de forma permanente. “Si tiene una crisis, toma el medicamento, se normaliza y pasa unos dos o tres meses bien y lo abandona creyendo que ya está curado”, lamentó.
Mantener la calma. Rodríguez señaló que el estrés es un factor muy importante en el desarrollo y mantenimiento de cualquier patología mental. Sin embargo, enfatizó que no es la causa, sino más bien un elemento dentro del proceso de situaciones que pueden llevar a la explosión de la primera aparición de la enfermedad o desatar episodios de crisis.
2017-11-16