Una batalla entre la vida o la amputación viven las víctimas de mordeduras de serpientes, debido a que la falta de suero antiofídico es tan alta que los médicos apenas pueden maniobrar con la aplicación de dosis muy bajas acompañados de antibióticos y esteroides.
Aunque para la fecha no hay cifras oficiales de cuánto es la escasez del antídoto, para el año 2020 el déficit era del 80%, debido a que universidades como la UCV no cuentan con los insumos para producirlo, aseguró Luis Contreras, capitán del Cuerpo de Bomberos del Instituto Nacional de los Espacios Acuáticos (INEA).
Contreras detalló que en el país anualmente se registran al menos 8 mil mordeduras de serpientes; siendo Barinas uno de los estados más afectados, seguido por Zulia, Miranda, Carabobo, Táchira y en un sexto lugar se posiciona Lara.
Pacientes
Se conoció que en las últimas dos semanas de septiembre ingresaron a emergencias del Hospital Central del estado Lara al menos 10 personas por mordeduras y actualmente en el Hospital Pediátrico hay 4 niños que están a la espera del antídoto.
A los pacientes que los médicos logran ponerle el antídoto les colocan una dosis menor para rendirla entre los otros pacientes, a los leves que deberían de recibir 5 ampollas les administran 3, a los moderados que deberían recibir 10 ampollas les colocan 5 y a los severos que necesitan 15 ampollas les colocan de 6 a 7.
Por no recibir el antídoto completo los pacientes pueden quedar con secuelas, como la amputación de sus miembros e insuficiencia renal.
La preocupación crece entre el gremio médico, porque en temporada de lluvia aumentan los casos, ya que las serpientes salen de sus nidos y buscan lugares cálidos.