AVN
Cientos de feligreses católicos acuden este miércoles, como es tradición, al tempo del Nazareno de Achaguas, en el estado Apure, para manifestar su fervor y cumplir promesas a esta imagen de Cristo.
Carmen Escobar, de la ciudad de Guanare, estado Portuguesa, visita la iglesia llanera desde 1999 con su familia, en particular desde hace cinco años, para saldar una promesa por la salud de una nieta que, por un accidente, estuvo a punto de perder una pierna.
"El Nazareno es un santo muy grande, muy milagroso. Le tengo mucha fe. Le pido por la salud de todos y la paz del mundo y de Venezuela", reveló desde Achaguas en contacto con el programa Entre Todos, transmitido por Venezolana de Televisión.
Su agradecimiento por la imagen es inmenso y, por eso, asegura que "mientras Dios me dé vida, vendré todos los años a orarle".
Rosa Arcile llegó a Achaguas desde Valencia, estado Carabobo, como cada Semana Santa desde hace cuatro décadas, cuando se inició en esta devoción por el Nazareno de la mano de su madre.
Son varias las promesas que le ha cumplido por favores recibidos, la última de ellas salir con bien de una operación por un tumor que, aunque se pensaba que podía ser cáncer, resultó benigno.
Esta vez pedirá por un sobrino, que tiene una discapacidad motora, y también por toda la nación, en medio de una ola de violencia desatada por la ultraderecha desde hace dos meses. "Le digo a Venezuela que venga y ore por el país, para que nos limpie de cosas malas", expresó.
Al Nazareno de Achaguas, una talla que representa a Jesús de Nazaret en su travesía previa a su crucifixión, se le acreditan numerosos milagros, por lo que la población apureña se ha convertido en uno de los destinos de peregrinación más importantes de los llanos occidentales.
Su historia se vincula con el general José Antonio Páez, quien durante la lucha por la independencia nacional oró frente a una imagen de Jesús en Achaguas por la victoria en el campo de batalla y prometió una solemne imagen de Cristo a cambio. Finalmente, en 1833, Páez le encarga la figura al tallista español Merced Rada y se la entrega a la iglesia en 1835.
La talla tiene 1,80 metros de altura y la cruz que sostiene el Nazareno mide 2,70 metros de largo. Cada Miércoles Santo, parte en procesión por el pueblo hasta la medianoche.
2014-04-16