EFE
El Gobierno de Estados Unidos reiteró que no considera necesario imponer sanciones al Ejecutivo del presidente venezolano, Nicolás Maduro, tras aprobarse este miércoles una iniciativa en ese sentido en la Cámara de Representantes, e insistió en no inmiscuirse en el diálogo en ese país.
La subsecretaria de Estado de Estados Unidos para Latinoamérica, Roberta Jacobson, recordó en rueda de prensa que la ley permitiría al Gobierno del presidente Barack Obama imponer sanciones sin necesidad de recurrir a una nueva legislación del Congreso, pero bajo su punto de vista no es el momento adecuado para hacer uso de esa herramienta.
Jacobson, no obstante, rehusó responder si Obama vetaría la ley en caso de que la versión que maneja el Senado y la ya aprobada por la cámara baja se armonizaran en un único texto, para cuya entrada en vigor solo sería necesaria la firma del mandatario.
La subsecretaria de Estado para Asuntos Hemisféricos agregó además que las posibles sanciones a un país deben ser consideradas "una herramienta y no un fin" y advirtió de que, aunque estancado, el diálogo auspiciado por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y el Vaticano debe ser un vehículo que se agote antes de interferir de otro modo.
"Lo que está pasando ahora en Venezuela no tiene que ver con la relación bilateral (con Estados Unidos), tiene que ver con los propios venezolanos", subrayó Jacobson, ante las acusaciones vertidas por Maduro de presuntos complots del Gobierno estadounidense contra él.
Jacobson hizo estas declaraciones en una rueda de prensa con motivo de la próxima Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) que tendrá lugar la semana próxima en Asunción (Paraguay), en cuya edición del pasado año en Guatemala pudieron reunirse los cancilleres de ambos países, John Kerry y Elías Jaua.
Ante una posible conversación bilateral en el marco de la Asamblea, Jacobson no quiso anticipar la existencia de ninguna reunión pese a la "conversación optimista" de hace un año, ya que en estos momentos "los dos países no están en el mismo punto".
El texto legislativo aprobado este miércoles por la cámara baja estadounidense pretende sancionar a los funcionarios del Gobierno venezolano supuestamente vinculados con la violación de derechos humanos durante las protestas que vive Venezuela desde el pasado febrero.
La propuesta, encabezada por la legisladora republicana cubano-estadounidense Ileana Ros-Lehtinen, prohibiría la entrada a territorio estadounidense a una serie de individuos supuestamente relacionados con actos de represión durante las manifestaciones estudiantiles en Venezuela, y congelaría sus activos en Estados Unidos.
El Senado de EEUU cuenta con su propio proyecto de ley al respecto, liderado por el senador demócrata Robert Menéndez y el republicano Marco Rubio, el cual ya obtuvo el beneplácito del Comité de Relaciones Exteriores de la cámara alta, y tiene que ser sometido al pleno.
Venezuela vive protestas contra el Gobierno desde hace más de tres meses que en algunas ocasiones han derivado en incidentes violentos que han dejado 42 muertos, más de ochocientos de heridos y centenares de encausados.
Asimismo, el Ejecutivo de Maduro ha denunciado desde el pasado año y de manera reiterada planes de magnicidio y de intento de golpe de Estado en Venezuela en los que ha involucrado a Estados Unidos y al expresidente colombiano Álvaro Uribe.