Sobre la hallaca en el estado Nueva Esparta, no hay leyes escritas y las alternativas todavía están abiertas a la innovación, más aún cuando los margariteños y cochenses tienen a la mano un mar inmenso y generoso.
Por ello, no es de extrañar que en la región insular el plato navideño, transforme su acostumbrado contenido de carne o pollo, para convertirse en un fogonazo de sazones marítimas, al que muchos le atribuyen facultades afrodisíacas.
Los componentes de esa variedad de la hallaca neoespartana son diversos, gustosos y poseen el poder suficiente para sustituir alguna bebida energizante o un medicamento por prescripción.
Al ser consultada, la experta cocinera Olga Salazar, residente del sector Conuco Viejo, municipio García, describe los ingredientes del manjar navideño: mejillón, chipi-chipi, guacuco, vieira y otros moluscos muy utilizados en la entidad como vaquita, tripa e’ perla y pata e’ cabra.
"Todo eso se pica en trocitos chiquiticos y se le pone pimentón, ají, ajo, cebolla y cilantro. Entonces se prepara el guiso y luego se alista la masa, eso sí: con un toque de azúcar, así como las aceitunas y las alcaparras", explicó.
Lo anteriormente descrito ya sería suficiente para elaborar una bomba para el amor, pero existe una variación adicional que en la geografía neoespartana convierte al plato navideño en una verdadera "hallaca extrema".
"Se prepara un consomé de pescado, preferiblemente corocoro, jurel, bagre o carite (en este caso, sólo la cabeza) y se le agrega a los moluscos para que esa sazón le quede más sabrosita y más potente", asegura con picardía la señora Olga./Con información de AVN
2014-12-25