Luz Mely Reyes / Roberto Romanelli
En 1994 su presencia en el Congreso de la República era la novedad. Fue electo diputado en 1993 en las filas de La Causa R.Lo que llamaba la atención es que Jorge Roig es empresario y LCR un movimiento obrerista. Veinte años después, en 2013 este guayanés, es elegido para dirigir las riendas de Fedecámaras. La cúpula empresarial desde la gestión de su predecesor, Jorge Botti, buscaba una aproximación con el Gobierno nacional.
Hoy, luego de algunas escaramuzas iniciales, ese acercamiento se ha dado. No porque haya coincidencias de pensamiento, sino porque la grave situación económica que vive Venezuela amerita al menos acuerdos mínimos para hacerle frente.
Roig visita el Bloque Dearmas. Durante la conversación expresa su mayor preocupación varias veces.
“Este es un año en el que hay que hacer ajustes muy severos y complejos. Es una medicina que nos hemos debido tomar hace mucho tiempo. Hoy la enfermedad es peor y va a ser más dolorosa la salida de esta crisis económica, pero nos tenemos que tomar la medicina y para hacerlo necesitamos el concurso de todos los sectores que deben opinar al respecto. Es muy complicado que empieces hacer los ajustes económicos que hay que hacer sin la comprensión y sin el apoyo del resto del país…”
También afirma sin mucho adorno. “Los venezolanos debemos empezar a olvidarnos del dólar a 6,30. Este seguramente quedará para productos estratégicos como medicinas y alimentos”. No obstante, reitera que uno de los reclamos que hacen es la falta de reglas claras y de transparencia en los mecanismos de acceso a las divisas.
¿Cuáles han sido los resultados de la comisión de la verdad económica?
Se han logrado algunos aspectos accesorios en las discusiones que han facilitado que se destranquen un poco de trámites para la economía, pero aún falta llegar a acuerdos en aspectos medulares como reconocimiento de deuda, temas laborales y el acceso a las divisas, sobre todo qué va por cada vía (Cencoex, Sicad I y Sicad II). Ciertamente el Sicad II viene a resolver un problema grave que teníamos y es una buena iniciativa, en el papel. Pero la implementación es casi tan compleja, como la teoría. De la implementación dependerá que haya más oferente y que muchos se olviden del mercado negro y empiecen a obtener sus divisas por la vía legal. Creemos que además es una señal positiva el ingreso de las casas de bolsa. Ellas saben cómo manejar el sistema, eso podría animar un poco el mercado.
¿Cómo se resolvieron las diferencias internas en Fedecámaras respecto al acercamiento con el gobierno?
Es evidente que en una sociedad polarizada hay distintas posturas. En Fedecámaras priva una democracia en la cual podemos evacuar todas las diferencias en nuestro directorio y una vez que se toman todas las decisiones, asumimos una posición única. Pero ha sido un proceso y una discusión importante. Al final la mayoría de los empresarios consideran que el diálogo es necesario para resolver todos los gravísimos problemas económicos que tenemos. Creo que las desviaciones se comienzan a producir cuando empezamos a confundir el rol de los gremios empresariales conjuntamente con los otros gremios que tienen una agenda distinta a las nuestras. El sector político tiene una agenda y los estudiantes también tienen la suya… Lo importante es que todos sepamos la agenda que le toca a cada quien. En Fedecámaras nuestra agenda es sentarnos a dialogar y buscar la mejor recomposición de la economía nacional, independientemente de que estamos preocupados por los gravísimos sucesos que afectan al país, por las protestas que son un malestar que existe y que no somos ajenos a esta situación. Ahora si es preciso tener claro que si no hay diálogo político todo el esfuerzo que estamos haciendo va a ser infructuoso. Vemos como una excelente señal que se estén sentando. Sin diálogo político va a ser muy difícil que los cambios económicos que se tienen que hacer se hagan.
¿Cuáles son las estimaciones de Fedecámaras para este año?
Tenemos la estimación de un año de poco crecimiento. No decimos de cero porque hay una expansión del gasto público, pero es un crecimiento de poca calidad. Aunque es prematuro para juzgar los resultados. Estimamos que para este año va haber una inflación que rondará 70%, y sobre todo tasas de desabastecimiento que van a estar rondando cerca de 40% a menos que se tomen medidas urgentes.
¿Entre estas medidas está un solo tipo de cambio?
Lo ideal sería atender a un solo sistema de cambio. En este momento es muy complejo. Eso podría tardar. Tenemos ahora que cada vez menos importaciones van por Cencoex, pero Sicad I no ha cumplido con el monto de 220 millones de dólares en las subastas semanales, y además tenemos un sistema alternativo, Sicad II. Pero lo ideal es que los venezolanos tengamos una sola tasa de cambio y eso va ocurrir eventualmente si las cosas se hacen bien.
¿Cuál es la evaluación sobre el funcionamiento de Sicad II? ¿Está entregando los dólares a quienes se lo adjudican?
Ha habido más adjudicaciones que liquidaciones. Pero quiero devolverle la tranquilidad a la gente. Eso era normal tanto con Cadivi como en todos los procesos. Normalmente entre que te adjudican y te liquidan ocurrían un tiempo variable, desde una semana hasta 15 días. En este momento tenemos muy poco tiempo con el Sicad II para sacar conclusiones erróneas de que no ha habido liquidaciones con la velocidad correspondiente. Ha sido siempre así. Hay que devolver la calma allí. En 15 días podremos decir si están funcionando bien las liquidaciones o no. Las adjudicaciones están empezando a suceder, menos cuantiosas de lo que nos gustaría. También hemos insistido en que haya la transparencia, que se sepa cuánto se está transando diariamente, a qué tasa y con qué criterio se está adjudicando. Hay posturas superiores a lo que sale la tasa de cambio en la mañana y luego vemos que no le es adjudicado nada.
¿No es necesario además de estos ajustes y la flexibilización dentro del mismo modelo económico del gobierno, un cambio másestructural del modelo?
Aquí sin que el país se haya dado cuenta se han desmontado ciertos entramados y obstáculos. No todo lo rápido que uno quisiera, pero hay un sistema alternativo de obtención de divisas, está habiendo un reconocimiento de que hay que adecuar algunas estructuras de precios, lo cual por cierto insistimos que se haga por Gaceta y no fuera del sistema legal. No ha sido poca cosa lo que ha ocurrido en las últimas semanas y creo que eso es lo que hay que valorar. Faltan muchos ajustes por hacer. Que esto vaya atentar contra el Plan de la Patria que está asentado en el gobierno, esa es la discusión. Les comparto una idea que me ha ido dando vuelta. Yo creo que el Plan de la Patria lo dejo Chávez para la discusión, pero en el camino muchos allegados al gobierno que le han agregado de su propia cosecha. Cosas que no estaban contempladas en su propuesta original. Ahora, hay que discutir sin prejuicios, Dentro de la concepción que tiene el gobierno, que tiene todo el derecho de tenerla, hay muchísimos matices y muchos espacios para que el sector privado que pueda vivir, y en ese espacio es que queremos saber cuál es y eso debe clarificarlo muy bien el gobierno.
¿Puede el empresariado convivir con la Ley de Precios Justos?
Es el país el que no puede vivir con la Ley de Precios Justos, no es el empresariado. Es una ley absolutamente inviable. Si algo se ha demostrado en estos 15 años es que el control exagerado de los precios es perjudicial, no para el empresariado, sino para el consumidor. En esta ley se elimina de un plumazo todos los derechos del consumidor, que aparecían en la ley de Sundecoop. Esa es parte de nuestra demanda. Y es inaplicable porque viola conceptos básicos establecidos en la Constitución, pero además porque es perjudicial para los consumidores.
Hay quien afirma que el sector privado está en vías de extinción. ¿Ustedes son optimistas?
El empresario surge de la inventiva del ser humano y eso jamás se va a acabar. Donde creas que estás destruyendo a un empresario siempre hay otro que va a florecer. Si bien es cierto que hemos sido atacados muy duramente, la capacidad humana de inventarse siempre prevalece y al final siempre va haber empresarios que en medio de la crisis van a encontrar oportunidades para seguir existiendo. Nosotros somos como las hormiguitas.
El conejillo de Indias
Para Roig, su estado natal ha sido como el conejillo de India de todos los experimentos del socialismo del siglo XXI. En Guayana se ha ensayado desde el control obrero hasta la cogestión. Han convertido unas empresas que llegaron a ser absolutamente productivas en deficitarias. Y hoy lejos de ser una alternativa no petrolera son una carga pesada para el Estado venezolano.
Hay que hacer una revisión profunda de esos esquemas, en donde se ha favorecido más el esquema de ser unas máquinas procesadoras de empleo que productoras de bienes para el bienestar de todos los venezolanos… El caso de Guayana hay que verlo con mucha rigurosidad, porque cuando a Guayana le da una tosecita al país le da pulmonía”.