Nayzai Saavedra
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La ciudad está plagada de actividad y de ella derivan problemas que desmejoran la calidad de vida de sus habitantes. El saneamiento ambiental, o mejor dicho la falta de este, no solo acaba con la belleza y ornato de los lugares, también genera consecuencias que afectan la salud.
Luis Sosa Sánchez, médico internista, consideró que en la actualidad no se están cumpliendo las normas elementales epidemiológicas que deben ser abordadas con el saneamiento ambiental.
Comenzando por el tema de la basura y las cloacas rotas, el especialista advierte que hay errores que van desde lo más básico, como la educación que tienen los ciudadanos sobre el tema, hasta lo macro, como la gestión del Estado para la recolección de desechos y disposición final de los mismos.
Sosa explica que la basura debería tener una disposición con una técnica aislante, es decir, que no esté expuesta, porque sus partículas descompuestas pueden ser transportadas a los hogares a través de intermediarios como las moscas y esto puede traer como consecuencia que aumenten las epidemias de parasitosis.
En la ciudad ha habido containers que pueden abrirse y cerrarse para botar la basura, pero la mayoría de ellos ya no cumplen con su objetivo porque están en mal estado o completamente fuera de funcionalidad.
"La mosca es el vector que lleva a tu casa la amiba, la giardia, la escherichia coli y otros tipos de parásitos que de forma microscópica se para en tus alimentos, los contamina y las personas los ingieren sin darse cuenta", indicó el internista.
En este sentido, comentó que existe un parásito que se llama blastocystis hominis presente en la disposición tanto de excretas -que son los contenidos de las cloacas- como otras sustancias que están expuestas al ambiente y pueden hacer que las comidas se contaminen con el germen escherichia coli, que produce síndromes diarreicos y se contagian fácilmente.
Reciclaje inadecuado
Por otra parte, el especialista alertó que a esta anarquía se le suma un problema que, a pesar de no ser nuevo, se ha vuelto crítico en la sociedad y está protagonizado por los recogelatas e indigentes que rebuscan en los desperdicios por comida. Sosa opinó que el reciclaje es algo que hay que normar, ya que en la actualidad se trata de una persona o empresa esperando a recibir un material -como latas- sin saber cómo llegó a sus manos.
"Esa persona debe tener una responsabilidad, porque si tengo un ejército de recogelatas que hacen desastres, después que los vecinos hicieron una disposición adecuada de la basura, el envol- torio de la misma es destruido provocando su exposición", opinó Sosa.
Una forma de aliviar este conflicto sería impulsando una costumbre real hacia el reciclaje, de modo que de una vez esté dispuesto de forma separada lo que son metales, vidrios, papel, lo que es reutilizable, entre otros.
Otra labor que no se está realizando, por lo menos no en las zonas en las que más se necesita, es el lavado de calles para limpiar los excedentes de basura que quedaron.
El plato está servido
El doctor José Félix Oletta, exministro de la Salud, explica que para que se produzcan enfermedades solo debe haber un ambiente propicio. Para esto se necesita que hayan vectores, contaminación de cualquier tipo o que el agua y el aire que se consumen tengan agentes contaminantes o infecciosos. Por ello las condiciones de salud ambiental son indispensables en cualquier enfoque que se haga de políticas de salud.
Comentó que hay enfermedades asociadas a la disposición del agua, de la basura y desechos sólidos, ambientes en los que se procrean y multiplican los vectores; por lo que si no se controlan estos riesgos ambientales habrá mayores probabilidades de que las personas enfermen.
"En nuestro país no hay duda de que existe un deterioro del ambiente, no solo el urbano sino también el rural, y hay amenazas muy importantes porque si no haces la adecuada recolección de basura, si no realizas el saneamiento de las calles, si mantienes toda esa cantidad de basura expuesta, pues vas a tener más vectores y esos son transmisores de enfermedades infecciosas", especificó el doctor Oletta.
El médico recordó que los vectores pueden ser desde un mosquito, una mosca o cualquier otro insecto, y que pueden haber agentes intermediarios como las ratas y ratones. Además, de allí hay un grupo de enfermedades (zoonosis) transmitidas por numerosos animales.
Una raya más para el tigre
Por otra parte, el exministro Oletta alertó que la amenaza de la zoonosis podría aumentar, tomando en cuenta que recientemente el Presidente Nicolás Maduro ha planteado la modificación de la legislación que corresponde a la zonificación de la ciudad, en donde no se permite la cría de cerdos, gallinas y animales para beneficiarlos, porque son áreas habitacionales.
"Resulta un disparate porque se aumenta el riesgo de al menos nueve enfermedades y eso va en contra de la doctrina sanitaria universalmente aceptada, y las recomendaciones de la OMS", advirtió.
También aumenta el riesgo de afecciones por el complejo de "citicercos", otra enfermedad infecciosa contagiada por parásitos que pueden pro- ducir en las personas huéspedes secundarios y enfermedades neurológicas muy graves.
Incidencia
A pesar de que no hay estadísticas oficiales sobre la incidencia de estas enfermedades, Oletta manifestó que en las consultas se ha visto un aumento de esas afecciones. "Hemos hecho un seguimiento a las tasas de morbilidad por diarrea y sin duda han aumentado. En todos los grupos, adultos, niños, especialmente en los últimos cuatro años", dijo.
Con respecto a las afecciones transmitidas por el consumo de agua, el doctor explicó que en muchos casos se debe a la exposición con agentes contaminantes, en este caso de aguas negras, cloacas abiertas, aguas que tienen que ser almacenadas en colectores o los que hacen disposición de sus aguas negras directamente.
"Las plantas de tratamiento están en el suelo en toda Venezuela. No hay un mantenimiento permanente de las plantas de tratamiento de agua tanto para el consumo humano como el de aguas residuales", lamentó.
Fotos: Félix Lara
2017-02-16