Luisandra Barboza
La “viveza criolla” se ha convertido en la cotidianidad de los venezolanos, por la prontitud para obtener el máximo provecho de la mínima oportunidad, en el que no se escatimaban los medios ni las consecuencias para buscar el beneficio propio.
Miguel Sarmiento, sociólogo, explicó que existe una especie de justicia popular colectiva que la población no cumple “porque el que gobierna tampoco lo hace, pero nadie dice nada, en medio de esta hipocresía generalizada cada quien hace lo que le da la gana sin ningún tipo de compromiso social para contribuir con el país".
Pedro Cadenas, licenciado en psicología clínica, indicó que es “un sistema de creencias y pensamientos que se basan en querer sacar provecho de una situación ya sea circunstancial o creada incluso”.
De igual manera, aseveró que “el hecho de querer sacar partido de la escasez de alimentos, medicinas y efectivo a expensas del padecimiento del otro es un claro ejemplo”, al igual que ir a un lugar de comida e irse sin pagar la cuenta, no pagar los servicios y ser descortés.
Cadenas enfatizó que no siempre se debe a la codicia o ambición, como es señalada por el común de la gente, también interviene un factor como el de la supervivencia de no tener acceso a las cosas busca “asegurar así sea a medias, tener recursos o un capital con el cual subsistir”.
Recordó que el instinto de supervivencia es amoral en el país que no entiende “de lo bueno ni de malo sino que busca simplemente asegurar su permanencia y bienestar con la diferencia que lo adecuamos a las condiciones sociales actuales y procedemos en función de ello”.
Entre los problemas que podría causar al país este fenómeno, el psicólogo dijo que ahora “existen leyes y mecanismos jurídicos que se encargan de restringir o regular cualquier tipo de acción”, pero no se cumple que hace que las personas que se “comporten de una manera tan antiética en su comunidad muy difícilmente recibirá ayuda cuando lo necesite”.
Aseguró que es una situación muy controversial porque existen dos variantes como es “crisis versus la oportunidad”, en el que para algunos ciudadanos ejercerla es “ver oportunidad en la crisis del otro que no es del todo erróneo porque de allí se derivan todos los servicios llámese salud, estética, educación, pero cuando esta perspectiva nos lleva a querer beneficiarnos sin importar el costo viene el problema”, en el que se crea un vicio a su alrededor en el que podría ser víctima también.
Cadenas afirmó que el cambio para todos los venezolanos está en una nueva formación caracterizado por un sentido de pertenencia y los valores que si se desea lograr se debe “comenzar por nosotros mismos.
El psicólogo clínico recordó además que “muchas veces vemos ajena una crisis que mañana puede tocar nuestra puerta y quizás de ese individuo del cual te aprovechaste ayer sea quien te auxilie mañana”.
2018-02-22