J. Gambus/C.Carreño
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La presencia femenina en todas las áreas de la vida nacional se manifiesta con peso específico como nunca antes en la historia del país, a pesar de la resistencia.
Su protagonismo no es gratuito, es producto de un tardío reconocimiento a su papel como eje central de la familia y la sociedad, y a la conquista de terrenos reservados por años a los hombres, con perseverancia y lucha.
Sin embargo, hoy, Día Internacional de la Mujer, no todos sus justos reclamos y derechos se satisfacen, al menos en Venezuela, donde la igualdad de género aún se mantiene como un objetivo.
Metas políticas
Pese a los obstáculos, la representación femenina se ha hecho sentir con intensidad en casi todos los poderes públicos con un enfoque muy particular y no solamente en los temas de género.
La disposición de la Ley Orgánica del Sufragio y Participación Política de 1997, que en su artículo 144, indica que la cuota de paridad electoral femenina debe tener al menos un 30% de los candidatos postulados, abrió más espacios, aunque hay que advertir que ese porcentaje no honra el concepto de igualdad ante la ley.
La turbulencia política que siguió a la elección de la Asamblea Nacional en 2015, le puso compresas a La Ley Orgánica de los Derechos de las Mujeres para la Equidad e Igualdad de Género que se encuentra en espera de mejores tiempos desde 2008.
Y aún con esas deudas de la sociedad y de la política , es recurrente sin embargo, que el Gobierno y las máquinas partidistas impongan su la etiqueta a la vieja lucha atribuyéndose el mérito del ascenso femenino.
Esos más recientes sellos se estamparon con la creación de Banmujer (2001) que dio acceso a créditos y financiamientos, pero se diluyó en 2014 con una fusión de bancos estatales para conformar el Banco Bicentenario de la Clase Obrera, de la Mujer y de las Comunas.
En 2006 se implementó la Misión Madres del Barrio con subsidios para mujeres de bajos recursos y en 2009 se constituyó el Ministerio del Poder Popular para la Mujer y la Igualdad de Género.
Blanco de violencia
"La violencia contra las mujeres, niñas y adolescentes, a lo largo de los últimos cuatro años ha sufrido progresivamente un aumento significativo. Los homicidios a manos de la delincuencia organizada o no con cerca del 100% de víctimas secundarias presentes en el momento de la agresión mortal son madres, esposas, parejas, hijas o viudas adolescentes”, subraya el más reciente informe del Observatorio Venezolano de los Derechos Humanos de las Mujeres".
Venezuela presenta una de las cifras más altas de violencia contra la mujer, de acuerdo a las Naciones Unidas. Se calcula que 40% de las venezolanas han sido, son o serán víctimas de algún tipo de violencia, un porcentaje que rebasa la media mundial.
Cifras de la Fiscalía General de la República indican que el feminicidio es la segunda causa de muerte en el país.
Un estudio elaborado por Cofavic en 23 estados del país, de enero a diciembre del año 2015, dan fe de ese reporte del Ministerio Público, al indicar que en ese período se registraron 357 asesinatos de mujeres, 66% por armas de fuego. 62% con edades comprendidas entre los 18 y 40 años de edad y 15% menores de edad.
La ley venezolana solo confirma esa inequidad
Uno de los textos en los que la desproporción se muestra con mayor claridad es en el artículo 423 del Código Penal que enuncia que, "por causa de honor", el hombre puede maltratar o matar a su esposa en caso de adulterio.
2017-03-07