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Leonardo Padrón: El populismo es cursi

Martes, 01 de septiembre de 2020 a las 12:00 am
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Johann Rangel Salas | [email protected]

El ejercicio de la política se ha convertido en un torneo de populistas, donde ofrecen sueños, allí “hay una cercanía peligrosa con la cursilería porque vas a lugares comunes que la gente quiere oír”.

Así lo advirtió el escritor Leonardo Padrón, en el Instagram Live con el director del Diario 2001, Juan Ernesto Páez-Pumar, donde señaló que “el populismo es una fábrica de esperanzas trajinadas”.  

Dice que la gente quiere oír que “regalarás prosperidad, cumplir mis sueños, comida barata, educación gratuita”, pero la forma en que los populistas asumen ese discurso hay “muy falta de autenticidad, básicamente estas apelando a una fórmula para conquistar incautos. Un político es un seductor por definición”.

El escritor expresó que la política está llena de personajes pintorescos y no de estadistas.

Sin embargo, las historias de amor, tienen su elemento cursi. Al respecto Padrón explicó que a la gente le gusta el azúcar, la cursilería es más azúcar de lo que se debe, pero no se pueden contar ciertas historias de amor con dosis de cursilería.

“Si le tienes miedo a la cursilería vas a fracasar. Escribir una escena donde le vas a decir al personaje: te amo a la mujer que tienes al lado, tienes que afrontarlo con la emoción”, expresó.

Afirma que procura es que el discurso amoroso no sea “previsible, trillado, que tenga cierto encanto singularidad”. No apelar a las frases hechas y los lugares comunes. Quizás “lo que más rechazo de la cursilería es el gusto por el lugar común, por el recurso fácil. Se puede hacer cursilería a la altura”.

Pero estas frases no entran en esa altura: “Te lo juro que te voy a bajar la luna, y te lo voy a poner a tus pies”, Padrón dice que en una escena escribió esta frase para burlase de la cursilería.  

La distancia

Actualmente, Leonardo Padrón reside en el exterior, pero tiene a Venezuela presente. “Lo único que ven mis ojos al despertar es al país. Lo primero que hago es revisar el twitter y eso está lleno de Venezuela y de repente veo la avalancha de malas noticias de actos fallidos. Me levanto golpeado", lamentó.

Dice que las personas que están en la distancia y leen las noticias del país, sienten “una dosis de impotencia tremenda”.

La distancia genera una perspectiva en la mirada, y desde esa óptica “te das cuenta de errores que se siguen cometiendo de una manera obsesiva de parte de los que creen en la libertad y los derechos humanos. No es fácil lidiar con eso”.

La maleta más pesada es la nostalgia por el país. Si ese país está roto o enfermo, devastado, ese peso es mayor.

Sugiere que el emigrante tiene que procesarlo de manera “más lucida y deshacer las maletas, porque no puedes estar todo el tiempo, tratando de construir una vida hacia adelante, viendo hacia atrás. La esperanza es que esto se va a acabar en algún momento, millones iremos a tocar el país de nuevo”.

Afirma que la mejor manera de avanzar es no hundirse en la arena movediza de la nostalgia.

“Los venezolanos estamos es una supervivencia donde tenemos que aprender una nuevas reglas muy fuertes”, afirma.

Proyectos

Padrón escribe la adaptación para Televisa de “Señora Isabel”, de Bernando Gómez, la historia de una señora mayor que se enamora de un hombre menor 20 años que ella. En Amazon lanzó “Fuera de Serie” en la aplicación de audio libros, que son perfiles de los personajes que entrevistó en “los Imposibles”.

El escritor está activo en las redes sociales donde expone su visión del país.

Creatividad

La literatura es producto de la creatividad y eso implica cierto ego. Al respecto, el escritor, cree que es “un fantasma que se echa con toda persona vinculada con el acto creativo, porque cuando se ejerce, lo comunicas, se lo muestras al resto de mundo, para hacerlo hay que tener un cierto grado de confianza en ti mismo”

Cuando entrevistó a Antonio Gamonea, premio Cervantes, le dijo que siempre llevaba un corta uñas para el ego. Porque siempre “se puede caer en su trampa, en su espejismo. Es algo que se debe manejar con cautela”.

Cuenta que recibió reconocimiento por ciertos trabajos y otros pasaron inadvertidos, en el fondo pensó que fue porque “tenían una codificación más hermética, más elitista, menos masiva”, lo entendió así.

Hay unos trabajos que son más valiosos que otros, pero otros no han sido recibidos unánimemente, en el campo literario y de la televisión. “La recompensa es la conexión con la gente, con el lector”, aseguró.

¿Oveja negra?

Padrón se formó en el mundo literario y en la universidad comenzó la conexión con la Comunicación Social, algo que no era bien visto por los intelectuales.

Formó parte del equipo de producción del programa “A Puerta Cerrada”, de Radio Caracas Televisión (RCTV) donde era el guionista. “Algunos no lo entendieron bien eso de estar en la televisión. Otros venían eso como le estas vendiendo el alma al diablo. Uno no sabe dónde está el diablo, hay ciertas esquinas de la literatura donde tiene los colmillos bien afilados”.

La entrada de figuras como José Ignacio Cabrujas, Salvador Garmedia, Ibsen Martínez, “otorgaron más densidad artística a los contenidos dramáticos”.

La cercanía a la comunicación también fue en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) donde impartió clases de poesía a estudiantes de la Comunicación y de Letras. “Me gusta estar más del lado del pupitre que del pizarrón”.

2020-08-31

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