Caraqueños piden a las autoridades el mantenimiento en los llenaderos de agua de la Cota Mil, especialmente en el Distribuidor La Castellana, debido a que se encuentran tapados por las raíces de los árboles y el agua no sale con fuerza, prolongando el tiempo de llenado y espera de los usuarios.
Juan Carballo, quien se encarga voluntariamente de limpiar y cuidar dicha zona destacó que el llenadero lleva más de un año sin recibir ningún tipo de mantenimiento por parte de las autoridades y que la misma comunidad se encarga de mantenerlo en buen estado, sin embargo, no cuentan con la instrumentaria necesaria para destapar la tubería.
El consultado aseguró que necesitan de una cabilla para que esta logre entrar por las tuberías tapadas, que en total son tres. “Antes nosotros mismos buscábamos la manera de arreglarlas, pero cada vez se tapaban más y no contamos con la experiencia para repararla, es por eso, que necesitamos ayuda de las autoriades competentes”, resaltó Carballo.
"Una hora"
Además, compartió que “antes salía con la fuerza suficiente y los botellones se llenaban rápido, ahora puedes pasar hasta una hora llenando solo uno”.
Las personas que se benefician de los llenaderos aseguran que usan esta agua para hidratarse y cocinar, porque alegan que es de las más limpias de la zona. “Con 6 botellones y seis potes de litro y medio podemos tener agua para todo un mes, si solo es usada para beber y cocinar”, destacó una de las parejas que se encontraba llenando un botellón, quienes además aseguraron que podían durar hasta 5 horas abasteciendo todos los recipientes necesarios por la poca cantidad de agua que sale del vertedero.
En el lugar se encontraba otra persona surtiendo sus botellones con el preciado líquido. Frank Colmenares aseguró que en su casa no cuenta con el servicio de agua constante por tuberías, por lo que recarga 11 botellones para abastecer a su familia de cinco personas. “Para bañarme busco el agua en el Parque del Este y esta nos dura como mínimo un mes”, agregó el entrevistado.
"Chorritos"
De igual manera, en el Distribuidor Baralt, el agua que cae no es con fuerza, razón por la cual los vecinos y demás personas que se benefician de los “chorritos” deben buscar alternativas en otras zonas donde el agua sea más fuerte o gastar su dinero en la recarga de botellones en los locales que prestan este servicio.
Rogelio Sánchez señaló que el servicio de agua en su hogar solo dura dos días, por lo que una vez a la semana debe llenar “al menos seis pimpinas” de agua.
Entre los consultados, el grupo afirmó que el agua recogida en dicho sector “puede pasar 3 meses almacenada y seguir limpia” por lo que claman por la reparación de las tuberías para seguir beneficiándose del agua debido a que no cuentan con un servicio regular en sus casas y lugares de residencias.
Por: María Isabel Rángel
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