Nayzai Saavedra
Los maracaiberos tienen muchas expectativas en cuanto a lo que el próximo alcalde podrá lograr en el municipio Maracaibo, el más importante y poblado de la ciudad homónima, capital del estado Zulia.
Las carencias y necesidades en este territorio son variadas y causan mucha preocupación para sus habitantes, empezando con el tema del transporte público que consideran es el “más caro de todo el país”.
Hay que recordar que en esta ciudad se hace uso o se presta servicio de transporte público en vans y unidades de cinco puestos, estos están cobrando Bs 1200 por persona. También hay busetas comunes las cuales recientemente aplicaron un sub incremento al de Bs 700 por el “aguinaldo decembrino”, quedando también entre Bs 1000 y 1200.
Además, para trasladarse de Maracaibo a otros estados se están viendo forzados a pagar los pasajes con alimentos y productos básicos porque se les dificulta pagar en efectivo a los transportistas. Un pasaje puede llegar a costar entre Bs 60 mil y hasta Bs 90 mil, no es accesible.
El servicio eléctrico es un problema histórico, debido a la amplia demanda de energía por el uso de aires acondicionados. Los ciudadanos esperan que la autoridad municipal emprenda acciones que lleven a la recuperación de la planta que suplía gran parte de estas necesidades. Las molestias por los apagones no se terminan, los usuarios se niegan a acostumbrarse.
La inseguridad es otro factor de importancia para la mejora de la calidad de vida, sobre todo en gran parte de las barriadas en dónde la delincuencia se desplaza.
Otro pedido a voces del común es que se vuelva a poner atención al centro, ya que este tiene múltiples problemas y necesita que se retome el reordenamiento o se realice uno nuevo. Buhonerismo, vialidad destrozada, basura, inseguridad, muchos problemas se ven concentrados en este espacio.
El servicio de recolección de basura también presenta problemas, piden que se lleve a cabo con mayor efectividad, sobre todo en las avenidas secundarias y zonas apartadas.
Lo marabinos también esperan que el próximo alcalde se encargue de facilitar el acceso a los alimentos, no creen que una regulación estricta sea la solución pero tampoco el libertinaje de precios con costos impagables. Así como reniegan de que las coyunturas políticas desmejoren la atención para los ciudadanos como es el caso de los Clap, que además de llegar “una vez a la cuaresma”, no está al alcance de todos.
Recientemente se denunció que en parte de la ciudad se suspendió el servicio de cremaciones, de forma indefinida, debido a la escasez de gas.
Por otra parte, en el sector San Antonio de Los Caños representantes indígenas de la zona denunciaron que la desnutrición infantil alcanza el 60% de los niños, lo que perciben no es suficiente para costear alimentos.
2017-11-28