Erick S. González Caldea | [email protected]
El bulevar de El Cementerio, ubicado en el municipio Libertador, tiene fama por ser punto de referencia comercial. Ropa y comida son algunos de los artículos más buscados en sus calles. Pero, una “nube gris” llamada inseguridad rodea el paseo y lo deja al margen de la ley.
Después de las 5:30 de la tarde, la calle principal del bulevar se vacía. Los locales distribuidos a lo largo de un kilómetro hasta llegar al Mercado Municipal de La Hormiga, cierran. Sólo algunos se quedan en las adyacencias a “la buena de Dios”, puesto que tras caer el sol la zona se vuelve una “guillotina”.
“Es muy peligroso quedarse en el sector después de las seis de la tarde. A esa hora no se sabe qué te pueda pasar”, señaló Ricardo Fuentes, uno de los vendedores, quien destacó que el robo es el principal crimen que hay en la zona.
Vecinos aseguran que cada cinco horas funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) hacen patrullajes, lo cual es insuficiente para la situación tan inestable de seguridad. Además, los allanamientos u operativos sólo los hacen cuando matan a un “paco” cerca del barrio. Según señalaron, la policía en vez de proteger, genera más caos.
Choros y motos. Escuchar el sonido de las motos en el bulevar de El Cementerio es sinónimo de peligro para los habitantes y comensales en el paseo comercial. Vendedores de la zona explican que los “choros” llegan en motocicletas y les arrancan las bolsas, carteras y hasta las maletas a los usuarios que están en el sector de compras.
Es común observar en las calles de El Cementerio personas de diferentes estados del país, quienes van al popular bulevar para abastecer sus tiendas en las entidades del interior. Sin embargo, en los últimos seis meses la delincuencia creció en la zona a niveles insostenibles, según denuncian sus residentes.
“Da mucha impotencia ver cómo se cometen los robos, pero qué hacer en esas situaciones, si todos los días estoy aquí para trabajar”, criticó Jairo Mendoza, vendedor de verduras en el bulevar.
Wladimir González, comerciante de una charcutería, señaló que es mejor “recogerse” ante de las 5:30 pm, si es posible. “La inseguridad es algo que nos afecta a todos, pero es mucho mejor estar prevenido, no se sabe qué pueda pasar”, añadió.
Extorsión a la carta. Durante un recorrido realizado por el equipo del Diario 2001 se entrevistaron a diferentes residentes y vendedores en el bulevar, quienes coincidieron en que hampones de la zona mantienen extorsionados a algunos de los comerciantes del mercado con amenazas de muerte a través de cartas.
Residentes, que pidieron no ser identificados, explican que el procedimiento de los delincuentes es el siguiente: a la víctima -encargada o dueña de un local- le dejan una carta o amenaza (un papel escrito a mano o ponen un dibujo con figuras como granadas o pistolas). Le anotan un número telefónico al que debe llamar, que luego es desconectado. Una vez “acuerdan” el monto se procede a cobrar la “vacuna”.
Debido a las extorsiones de los hampones de El Cementerio, muchos optaron por cerrar sus negocios. El miedo persiste.
Fotos: Mairet Chourio
2017-08-13