Viernes 13 de Diciembre - 2024
VENEZUELA
Escoge tu edición de 2001online.com favorita
Venezuela
América

MUD señala que aumento de salario mínimo en 30% no compensa la inflación en Venezuela

Viernes, 02 de mayo de 2014 a las 07:30 pm
Suscríbete a nuestros canales

La Mesa de la Unidad Democrática se pronunció sobre el aumento de un 30% del salario mínimo en Venezuela anunciado por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmando que no compensa la inflación registrada en el país.

En un comunicado, los representantes del partido político manifestaron que este "aumento del salario mínimo en 30% no compensa la caída que viene experimentando el salario real de los venezolanos desde 2013″, por lo que "insistimos en lo que se requiere es un aumento general de sueldos, salarios, pensiones y jubilaciones, acorde con la inflación, para que los trabajadores no experimenten una merma en su poder adquisitivo".

A continuación podrá leer el texto completo:

Desde la perspectiva técnica de la Mesa de la Unidad Democrática, el reciente decreto presidencial de aumento del salario mínimo en 30,0% no compensa la caída que viene experimentando el salario real de los venezolanos desde 2013. Medido en poder adquisitivo, es decir por la cantidad de bienes y servicios que se pueden adquirir, hay una marcada desmejora de las condiciones salariales de los trabajadores de Venezuela.

En ese sentido, la Unidad, de manera responsable, presenta al país las siguientes consideraciones:

Ya en 2013, con una inflación de 56,4% y un aumento salarial en el orden del 45,0%, el poder adquisitivo de las remuneraciones de los trabajadores tanto del sector público como del privado, sufrió una caída de 6,0%. Ello sin considerar que en el caso del ingreso de los sectores más pobres esa caída es mayor debido a que el alza de los alimentos alcanzó a 73,9%. Ello es así en razón de que los estratos más pobres de la población asignan más del 40,0% a la compra de alimentos y al ser estos bienes donde se registra la mayor inflación, es claro que a quienes más golpea la inflación es a los pobres.

Durante el primer cuatrimestres de 2014 la inflación se ha desatado como resultado principalmente de las pronunciadas devaluaciones del bolívar y de la creación excesiva de dinero inorgánico por parte del BCV con el objeto de financiar el déficit fiscal del sector público.

A ello hay que agregar las importantes restricciones en el acceso a las divisas para importar bienes esenciales que no se producen en Venezuela, situación que ha potenciado la escasez y consecuentemente el alza de precios. Cifras del BCV indican que la inflación anualizada general al cierre de marzo se situó en 59,4%, la de alimentos en 80,2% y la escasez en 29,4%.

Esto conforma un cuadro muy difícil para los venezolanos tanto por lo costoso de los bienes, especialmente los alimentos, como por lo difícil de conseguirlos. La escasez está implicando pérdida de tiempo y dinero a los ciudadanos que tienen que realizar una búsqueda, a veces infructuosa, para conseguir los bienes.

Existe consenso en que debido a la política económica errática que sigue el gobierno y al evidente fracaso de su modelo económico, en 2014 la inflación tendrá un piso de al menos 60,0%. Ello sugiere que el aumento de 40% en el salario mínimo es francamente insuficiente para que el trabajador que devenga salario mínimo reponga su poder adquisitivo. Adicionalmente, debe señalarse que aproximadamente un 30,0% de los trabajadores devenga salario mínimo, con lo cual este aumento estaría dejando sin ajustes saláriales a la gran mayoría de los trabajadores.

Desde la Mesa de la Unidad Democrática, insistimos en lo que se requiere es un aumento general de sueldos, salarios, pensiones y jubilaciones, acorde con la inflación, para que los trabajadores no experimenten una merma en su poder adquisitivo. Para que este aumente no se traduzca en mayor inflación, el mismo debe estar acompañado de una política que evite la devaluación del bolívar, contenga el financiamiento inflacionario del déficit fiscal, vía creación de dinero, y se establezcan incentivos a la producción nacional, especialmente la de alimentos.