Luis Arturo Vargas
La vialidad en el Área Metropolitana de Caracas se encuentra en franco deterioro. Asimismo, muchos transeúntes no respetan las señalizaciones viales ni los conductores las normas de tránsito.
En un recorrido por las avenidas principales de Caracas, de este a oeste, se pudo observar como la vialidad se encuentra deteriorada.
Son pocas las marcas viales que se distinguen, como el rayado o paso de cebra, que en muchos cruces está desgastado y no ha sido repintado, hasta el punto de no distinguirse.
Un vendedor en la avenida San Martín, a la altura de la estación del metro Artigas, comentó que no recuerda cuando fue la última vez que se pintó el rayado en ese cruce.
A pesar de que muchos de los semáforos en las avenidas San Martín, Sucre y Francisco de Miranda han sido restaurados, la mayoría están fuera de servicio y casi ningún semáforo peatonal se encuentra funcionando.
Se observó también que los peatones en Caracas no respetan ningún tipo de señalización o indicación vial en cualquiera de las avenidas y calles de la urbe.
Las estructuras divisorias estas avenidas están deterioradas, muchas de ellas por los mismos ciudadanos que al querer cruzar con facilidad, desde cualquier punto, las han quitado o destrozado.
Estas rejas fueron puestas para separar los canales viales en las avenidas para evitar que los transeúntes cruzaran en puntos indebidos y solo en el rayado permitido.
En la Francisco de Miranda, en Chacao, se pusieron macetas con motivo decorativo en las rejas de la avenida. A la fecha muchas de estas han sido robadas.
Luego de pasar meses con semáforos fuera de servicio muchos cruces de estas avenidas, los peatones se acostumbraron a no mirarlos y chequear en cambio sí se aproxima o no un vehículo para cruzar en cualquier punto. Los semáforos en la avenida principal del Country Club con Francisco de Miranda están fuera de servicio.
Asimismo los conductores, como se ha vuelto costumbre, no respetan tampoco los semáforos. Todo es anarquía.
Se ha vuelto común ver en las avenidas a peatones que cruzan corriendo y carros a punto de atropellarlos.
Del mismo modo, las pasarelas pasaron a ser en su mayoría refugio para indigentes, pues los usuarios optan por atravesar la avenida en cruces indebidos que usarlas.
En la avenida Sucre, a la altura de la estación Gato Negro, la entrada a la pasarela está completamente cerrada. Según los trabajadores del sector, fue sellada por los colectivos de la zona desde hace aproximadamente tres años.
El dueño de un kiosko comentó que “Esa pasarela la usaban de baño, de hotel, hasta guillotina”. En esta avenida los peatones caminan por el asfalto debido a que las aceras la ocupan buhoneros.
2019-04-22
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