Anyela Torres
El montarral, la acumulación de escombros, vías en mal estado y la “oscurana” son el caldo de cultivo para que las bandas “Los Anteneros” y el “Tren de Aragua” mantengan azotados los pueblos aragüeños de Guacamaya, Macao y Magdaleno, ubicados cerca del cerro El Jengibre, donde fue saqueada la planta de transmisión de Meridiano TV.
El robo a la planta televisora afectó el alcance de la señal en parte de Aragua y Carabobo desde el pasado 17 de mayo, cuando los delincuentes se llevaron una guaya de cobre de más de 100 metros de longitud, 39 metros de cable de mcm, una bomba hidráulica, un aire acondicionado, computadoras, celulares, un microonda, televisores, herramientas, y baterías de plantas eléctricas .
De acuerdo a testimonios recopilados en la zona, durante el robo sujetos con el rostro cubierto con pasamontañas, miembros de una banda conocida en predios policiales como “Los Anteneros”, sometieron al personal de seguridad que resguardaba las instalaciones.
El otro gran dolor de cabeza en materia de seguridad es el embate de choros del “Tren de Aragua”, quienes cometen homicidios y extorsiones, bajo la modalidad de cobro de “vacuna”. Sus víctimas frecuentes son los comerciantes y pequeños parceleros, según denuncias recibidas por los habitantes.
A media luz. Además del vandalismo, vías en mal estado y fallas de transporte, la paz de los moradores se ve alterada por la ausencia de servicios públicos básicos como agua, electricidad, y mantenimiento en áreas de esparcimiento.
Cristina, habitante de Guacamaya, explica que el alumbrado público en la zona es deficiente, pues detalla que de cada cuatro postes que hay en una cuadra, solo dos funcionan.
Destaca que ella y sus vecinos viven de “luz improvisada”. Deben encargarse ellos mismos de comprar cables e instalarlos a un poste o algún vecino que los alimente de electricidad.
“Aquí improvisamos con la luz, si se revienta o si se roban un cable lo reparamos nosotros mismos”, comentó.
Aclaró la única vez que vio a Corpoelec fue cuando se dañó un transformador.
Por su parte, un vecino residente en Magdaleno, quien prefirió declarar bajo anonimato, indicó que la distribución de agua regularmente suele ser buena en los tres pueblos, sobre todo cuando llueve. “Si pasa una semana sin llover, la cantidad de agua disminuye un poco”, dijo el informante.
.
Prócer en el olvido. La Plaza Bolívar es de los pocos sitios para el esparcimiento con que cuentan los habitantes de Magdaleno, pero luce descuidada: bancos destartalados, basura acumulada, y aceras desgastadas. Además pululan los buhoneros.
Fotos: Wladimir Campos