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La investigación científica en el país ha tenido un aporte indiscutible de las universidades. Sin embargo, esta situación dio un giro desde el año 2009 con el decreto firmado por el presidente Hugo Chávez Frías. Con la resolución 6.649 -definida como de austeridad- se redujo el presupuesto a las casas de estudio, lo cual impactó de manera considerable en el área de la investigación.
Retrato de la realidad. Fé- lix Tapia, gerente del Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico (Cdch) de la UCV, indica que la falta de presupuesto y de acceso a divisas ha mermado la investigación en diferentes áreas de estudio.
Tapia comenta que entre los más afectados figura el grupo de catálisis en química de la facultad de Ciencias. “Eso revela que no se pueden hacer servicios con la industria y se retrasa el conocimiento de petróleos pesados en el país”, explicó.
El representante del departamento agrega que el área de Salud también ha sufrido un duro golpe por la falta de insumos y envejecimiento de los equipos.
Para los proyectos pequeños se asignan topes entre los 300 y los 400 mil bolívares, cantidad que no alcanza para su viabilidad.
“Después del decreto de austeridad, en algunas universidades la disminución llegó hasta 25%; en la UCV llegó a 20%. A esto se le sumó la reforma de la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación (Locti)”, confirmó Félix Tapia.
La formación docente es otra de las ramas que se ha visto afectada, debido a que ya no se puede mantener a los investigadores haciendo pasantías en el exterior.
“En el pasado había más de 100 y ahora no existen más de 15. El estrangulamiento de la investigación en las universidades ha sido crónico y gra-ve”, dijo el gerente del Cdch.
Cuesta abajo
Alberto Fernández, investigador de la facultad de Ciencias de la UCV, informó que los laboratorios de investigación están trabajando a media máquina, mientras que otros, como el de resonancia magnética nuclear -donde se requeriría una inversión de 900 mil euros- y el de espectrometría de masa -inversión de 650 mil dólares- permanecen cerrados.
“Pocos son los que han cerrado, pero se ha visto que los instrumentos dejan de funcionar por falta de mantenimiento, repuestos o porque necesitan ser sustituidos”, manifestó.
Fernández dice que no se trata solo de la inversión sino de políticas que la respalden, orientadas hacia el manejo de divisas porque la mayoría de equipos e insumos que se necesitan únicamente se consiguen en el exterior.
“Esto está afectando la calidad de la docencia y al mismo tiempo el producto científico, lo que explica que Venezuela haya estado bajando en los rankings de reconocimiento de Latinoamé- rica”, opinó.
Preocupación
Hasta el año pasado, el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic) mantenía una posición casi privilegiada porque, aparte del presupuesto, tenía asignación de divisas. Ese no ha sido el caso en 2015, según informó un investigador de la institución que prefirió mantenerse en el anonimato.
“En la biblioteca todavía no se han repuesto las colecciones; se está a la espera de las remesas”, explicó el especialista.
Los laboratorios experimentales se están empezando a ver afectados, incluso la investigación teórica que requiere el acceso a textos especializados. Llamó la atención sobre el hecho de que la biblioteca del Ivic fue declarada Centro Regional de Documentación por la Unesco, y que esta posición depende de la adquisición y renovación de las revistas.
“Las universidades ya tienen varios años con presupuestos ahorcados. El Ivic tiene una asignación mínima que permite seguir funcionando, pero la experimentación es costosa, requiere de insumos y equipos y no es suficiente. “Se ha empobrecido la investigación por esta merma presupuestaria”, consideró el investigador.
Insuficiente
Gilberto Vizcaíno, coordinador y secretario del Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico (Condes) de la Universidad del Zulia (LUZ), indicó que las dificultades que confrontan son muy importantes.
“Recibimos una asignación presupuestaria que se le otorga al consejo universitario, prácticamente alrededor el 1,5% de la Universidad del Zulia”, informó el coordinador Vizcaíno.
El representante académico explicó que se aprueban entre 150 y 200 proyectos de investigación al año y que cada uno recibe un monto aproximado de 120 mil, cantidad que no cumple con las expectativas en cuanto a insumos, reactivos, equipos y otros materiales.
Esto causa reformulación, cambios de objetivos, cancelación de proyectos o que no se cumplan objetivos.
La LUZ es líder en mantenimiento de revistas científicas en altos índices internacionales y biométricos. Este año, debido a los costos, estiman que van a tener problemas en la subvención de esas revistas y podrían perder la periodicidad que los mantienen en los índices internacionales.
“Hay que atacar el problema de fondo: la investigación no está siendo priorizada en nuestro país”, dijo Vizcaíno. Agregó que están utilizando equipos que tienen entre 15 y 20 años de uso.
2015-06-16