Arnoldo Arcaya | [email protected]
Escasez, inflación y falta de divisas impactan a la industria de producción de textos escolares y este año se las están viendo negras. “En agosto hicimos una medición en el sector y en términos generales la situación es preocupante”, afirma Edgar Fiol, presidente de la Asociación de Industriales de Artes Gráficas.
La organización que agrupa a empresas del sector gráfico y compañías proveedoras de materias primas e insumos, contabiliza 80% de caída de producción en casi todas sus áreas (etiquetas, cajas, facturas, productos de áreas como alimentos y medicinas). Los textos escolares mantienen el mismo patrón. Entre enciclopedias y guías este año han producido “a duras penas” 20% del histórico.
Costos. Para Fiol la situación se complica más aún por la caída del poder adquisitivo de los clientes. “Aumentan los insumos, gastos y mano de obra, estos incrementos se ven reflejados en nuestros productos, el precio es por encima de 100 y 120%”.
En relación de la escasez, destaca que lo que más falta es papel, tinta, planchas y pegas, en líneas generales, “todo lo que se utiliza para la elaboración de un libro”.
Frente a esta situación, y por no tener accesos a las divisas del Estado, bajo ninguna modalidad de las que ha implementado en los últimos años, han tenido que acudir al mercado paralelo de divisas, trayendo como consecuencia que cada producto final tenga un precio elevado al momento de venderlo en el mercado nacional, haciendo mella en el bolsillo de los clientes.
“Lo único que ha importado el Gobierno es el papel. Antes solíamos suplirnos directamente del exterior, pues en Venezuela no se fabrica papel, siempre hemos traído entre 80% y 90%, ahora no hay divisas para eso. Toda la importación la maneja el Estado”, dice.
A estos problemas se suma que las conversaciones con el Gobierno están paralizadas, principalmente porque no han cancelado la deuda que tiene con el sector. “El último pago lo recibimos en 2014, la deuda se mantiene en 42 millones de dólares. Estamos en una paralización técnica”, agrega.
En el aire. La Colección Bicentenario es (o era) el grueso de los libros que imprime el sector a solicitud del Gobierno, pero este año no han recibidos órdenes. “Sí ha habido contacto para retirar los excedentes de impresión del año pasado que quedaron en los almacenes de las empresas nuestras. En años anteriores esos texto se imprimían desde junio para que estuvieran listos a inicio del año escolar”, sentencia.
Las impresiones de textos complementarios de editoriales privadas (como enciclopedias) también están detenidas.
Por su parte, Douglas Díaz, presidente de Asociación Venezolana de Papelería y Afines (Avepa), afirma que el Estado no está imprimiendo texto escolares, sólo de política.
Una fuente vinculada al Ministerio de Educación indicó que el presidente Nicolás Maduro ordenó realizar ferias escolares, pero a última hora se dieron cuenta de que no hicieron procura de textos, cuadernos, libros y diccionarios, entre otros.
Por la misma línea. Díaz alerta que este sector está trabajando con un inventario muy limitado. “Nos queda poco en existencia. La mayoría de lo que vendemos se fabrica afuera, la materia prima está en el exterior y por lo general llega todo tarde”, dice.
En el caso de los fabricantes, están trabajando a media máquina, tienen 50% de capacidad ociosa. “Algunas empresas han cerrado, otras tratan de mantenerse abiertas, no sé cuánto puedan aguantar. Tratan de vivir con lo que se produce aquí”, dijo.
En conversaciones. El vocero de Avepa asegura que esperan reunirse con el Ministerio de Industria y Comercio, y obtener respuesta positiva a la problemática.
2016-09-18