En medio de sonrisas y consignas de un pueblo que lo alentaba en su proceder, entró Simón Bolívar a la Iglesia de San Francisco de Caracas el 14 de octubre de 1813, para recibir de manos del gobernador de la ciudad, Cristóbal Mendoza, el título de Libertador y Capitán General de los Ejércitos.
La entrega de este título ya se veía venir, cuando el 23 de mayo de ese mismo año fue reconocido por el pueblo de Mérida como El Libertador, tras liderar los caminos y victorias de la Campaña Admirable, una estrategia con la cual Bolívar consiguió liberar al occidente del país del yugo español y abrir el camino para la fundación de la Segunda República.
"Gloria al Ejército Libertador y gloria a Venezuela que os dio el ser, a vos, ciudadano general Bolívar. ¡Que vuestra mano incasable siga victoriosa!, destrozando las cadenas de los redimidos y digan un día, Bolívar vengó vuestros agravios", fueron las palabras que recibió Bolívar de la asamblea popular merideña, en esa ocasión.
El acto en la Iglesia de San Francisco de Caracas se llevó a cabo en presencia de corporaciones civiles y militares, que ya conocían la labor de Bolívar, el hombre que defendía de manera ferviente la libertad de los pueblos latinoamericanos.
"Capitán General de los Ejércitos de Venezuela, vivo y efectivo, y con el sobrenombre de Libertador. Es un don que le consagra la patria a un hijo tan benemérito", le expresó Mendoza a Bolívar esa tarde de octubre, durante el desarrollo de la proclamación.
"Me aclaman capitán de todos los imperios de la tierra. Libertador de Venezuela, título más glorioso y satisfactorio para mí, que el centro de todos los imperios del universo", celebró Simón.
Doscientos años después, el pueblo venezolano recordará en el Casco Histórico de Caracas el reconocimiento obtenido por Bolívar, con el fin compromiso de seguir defendiendo la soberanía nacional./ AVN
2013-10-1