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Los refugios para motorizados quedaron en estacionados en el pasado.
En las estructuras ubicadas en la autopista Francisco Fajardo, carretera Panamericana y la Valle-Coche y la Caracas-La Guaira crece el monte y se deterioran las sillas. En algunas han reportado que hasta se robaron los techos.
El despacho de Transporte fue el encargado de la construcción de los refugios. En agosto de 2013, el entonces ministro Haiman El Troudi informó a la comunidad que el presidente Nicolás Maduro aprobó un poco más de Bs 15 millones para la ejecución del proyecto, que para ese entonces contemplaba 11 estructuras, en la Fajardo. Unos meses después inauguraron los tres primeros y en 2014 el resto.
Ese mismo año prometieron hacer más. Sin embargo, los resultados no fueron los esperados y ni empezaron los trabajos. Hoy en día, “adornan” las vías.
Uno de los objetivos de estos espacios era para que los motorizados se resguardaran cuando llueve y no se amontonaran en los elevados y distribuidos. La cosa sigue igual, aún ocupan hasta dos canales cuando caen chaparrones.
En la teoría se decía que los refugios también servirían para que los profesionales al volante tomen descansos o hagan reparaciones del vehículo. En la práctica fue diferente, los conductores aseguran que no se paran ellos por razones de seguridad, pues ahí son “presas fáciles” del hampa.
Incluso, en algunos de esos espacios se han visto personas en situación de calle durmiendo y haciendo sus necesidades.
El año pasado, durante época de manifestaciones, los refugios de motorizados fueron utilizados en varias oportunidades por los conductores de dos ruedas adeptos al oficialismo para concentrarse. El ubicado en Plaza Venezuela, dirección oeste, era uno de los más transcurridos.
Otro de los “usos” que se le ha dado los espacios es para dejar cadáveres. Así pasó en febrero pasado, cuando fueron hallados tres cuerpos en el refugio ubicado en Antímano. Eran tres hombres y nunca salieron a la luz las causas de los asesinatos.
2018-01-21