Nayzay Saavedra|[email protected]
La actual temporada vacacional estudiantil es la más larga del año, por lo que generalmente hay una gran cantidad de planes involucrados para mantener a los chamos entretenidos, sin dejarlos entregarse al ocio.
En un recorrido realizado por el equipo del Diario 2001 se conoció que la situación social, pero, sobre todo, la baja capacidad adquisitiva del venezolano, no permitió que este año los padres programaran como en el pasado.
Los planes vacacionales son los principales que han sufrido bajas, tanto en ofertas como en demanda, por lo que para pocos representaron una opción. Aunque todavía hay quienes los consiguen y prefieren invertir su dinero allí en lugar de buscar quien les cuide a los chamos durante la semana, mientras que se encuentran en sus jornadas laborales.
Hay otros que hacen maromas para que algún familiar se haga cargo o incluso se lo están llevando con ellos a sus trabajos, dejándolos estar conectados a internet, y en caso de los más pequeños poniéndolos a dibujar, entre otras actividades lúdicas simples.
Los que se quedan en casa con los chamos, en su mayoría, durante la semana juegan con ellos y tratan de reforzar contenidos académicos sin salir de casa.
También hay otros que están saliendo a plazas cercanas o parques -si el edificio o zona residencial cuentan con uno- haciendo uso de pelotas, bicicletas o patines para mantenerlos activos.
El mayor movimiento y sacrificio por parte de los padres se realiza los fines de semana, cuando se permiten salir a pasear e invierten dinero para hacer felices a los niños.
“En la semana los tengo en casa y principalmente los sábados es que salgo con ellos a pasear un rato, por parques o bulevares, en donde no sea necesario gastar mucho dinero, pero siempre se gasta para satisfacerle un antojo o un gusto”, comentó Lorena Urquiola.
Otros están estableciendo patrones, como salir a comer cada dos fines de semana, o llevarlos a parques como Bimbolandia, al Ítalo Americano, al cine y la playa.
Por otra parte, los más descomplicados hacen uso de juegos de mesa, compran películas, series, comiquitas y solo invierten en las meriendas o golosinas. Aunque muchos consideran que estas se han vuelto costosas.
“Cuando tenemos algo de tiempo y dinero vamos al Parque del Este, pero los míos ya están grandecitos y comprenden que no siempre se puede”, dijo Raúl Campos.
Testimonios.
Orlando Chirinos
"Está en un plan vacacional de su escuela en la semana. Los ‘fines’ paseamos y le compro algo si hay dinero".