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Al menos siete familias perdieron sus hogares tras el derrumbe de una vivienda entre las calles El Polvorín y 2 de Mayo del sector Campo Rico, en Petare.
El colapso de la residencia ocasionó el derrumbe total de otras y la afectación de cinco más.
El derrumbe se produjo el pasado sábado y no dejó víctimas mortales. Alrededor de 20 personas entre niños, jóvenes y adultos mayores, quedaron en la calle.
“Ni siquiera pudimos sacar los papeles. Algunas mascotas se quedaron en medio del desastre y no sobrevivieron. Ahora lo que tenemos puesto, lo que comemos es gracias a la ayuda de los vecinos y la iglesia”, narró Víctor Rodríguez, uno de los afectados.
Las víctimas reciben ayuda de la comunidad con la donación de ropa y comida que se hace a través de la iglesia católica del sector.
Las familias esperan el estudio de Protección Civil para conocer las causas del incidente y el apoyo del Ministerio de Vivienda y de la Gobernación de Miranda para ser reubicados.