María Cordero
El sueño americano se ha vuelto una pesadilla para muchos venezolanos que en la actualidad se encuentran cumpliendo cuarentena en Estados Unidos. Algunos reciben pago por sus trabajos desde casa, mientras que otros simplemente fueron despedidos con la esperanza de que cuando culmine la pandemia sean reenganchados.
Carolina Mejías, quien vive en Louisville fue despedida luego de casi un año trabajando en un café, el cual cerró por las medidas de seguridad sanitaria. Se le indicó que luego de terminar la cuarentena se le devolvería el empleo.
“Llegué a Estados Unidos hace dos años. El primer año tuve un sinfin de trabajos y hace 10 meses me venía desempeñando como mesonera de un café, pero producto de la cuarentena nos mandaron a casa. Luego a los pocos días nos llamaron para decir que nos van a depositar lo trabajado más un extra, debido a que no pueden pagar sino se trabajó.
El dueño nos dijo que luego que pase el problema podríamos recuperar los trabajos, pero servicios como agua, luz y gas los siguen cobrando igual; incluso es un tema de ahorro extremo ya que estando en casa se consumen más. En cuanto al alquiler la dueña nos cobrará solo medio mes, que es un alivio. Ahora con la extensión de la cuarentena sí nos ponen en jaque a los que no tenemos un ahorro fuerte, igual yo cuando hablo con mi familia trato de decirles que estoy bien. Es como si las mentiras se intercambian porque en Venezuela no estaría preocupada por un alquiler y servicios pero uno salió para mejorar y se puede, solo que no se contaba con algo como esta crisis sanitaria”.
Camilo Guerra es otro de los venezolanos que se quedó sin empleo producto de la cuarentena obligatoria que llevó al cierre del autolavado donde trabajaba, y que representaba el ingreso de su familia, debido a que su esposa vendía comidas en el mismo lugar.
“Vivimos en Miami hace un año, tenemos nuestras visas y papeles al día pero la búsqueda de empleo no es tan abierta, por eso trabajo lavando carros. Mi esposa trabajaba como recepcionista en un hotel pero no era rentable, por eso decidió vender almuerzos en los lavaderos cercanos y como hay muchos venezolanos era chévere.
Desde que se anunció la cuarentena el autolavado cerró y los dos quedamos varados, tenemos algunos ahorros pero los gastos siguen sumando debido a que en Venezuela tenemos a nuestro hijo y fijo mandamos semanal $50 para comida y gastos; ahora con esto se nos complica el panorama. Por parte del Estado no tenemos una respuesta de congelar algunos pagos, y de algún subsidio como extranjeros es complicado obtener alguno”.
El panorama para todos no pinta tan mal, algunos mantienen sus ingresos trabajando desde casa y su preocupación es no contagiarse y conseguir los artículos necesarios para llevar la cuarentena. Ángela Carmona reside en Wyoming y mantiene sus actividades laborales con una compañía de diseños desde casa, acatando el llamado al resguardo total realizado por el presidente Donald Trump.
“Creo soy de las afortunadas que aún conservan su trabajo y debido a mi profesión pues es permitido, acá no se han registrado muertes y los infectados son pocos comparados con grandes ciudades, pero las medidas de seguridad son iguales para todo el país.
En casa cuando se anunciaron las medidas hicimos una compra grande y solo hemos tenido que salir en dos oportunidades a reponer hortalizas y cosas para picar, solo sale mi novia y apenas llega en el pasillo se quita la ropa y zapatos y allí de una vez a bañarse y lavar lo que utilizó.
Las verduras las lavamos con agua caliente y a los empaques les pasamos alcohol. La ropa y zapatos igual se lavan con agua caliente, ya tiene una muda de ropa designada para las salidas cuando sean necesarias, el temor del contagio es grande y más porque acá no tenemos una censura y existen muchos medias amarillistas que te muestran todo lo que conlleva tener el virus y realmente el estrés es grande”.
En cuanto a los pagos de alquiler y servicios Carmona indicó que “seguimos pagando con normalidad, afortunadamente tenemos para pagar. Sé de muchas personas que están vendiendo cosas personales y hasta metiéndose en préstamos porque no a todos se les respeta el trabajo y muchas empresas prefieren despedir. El gobierno aún no ha colocado un stop a los despidos, y por eso algunos empresarios prefieren tomar esa medida”. Estados Unidos es el país del mundo con el mayor número de casos confirmados, superando las cifras más altas registradas al colocarse por delante de Italia, España y China.
2020-03-31
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