Luis Artuiro Vargas F.
Los talleres callejeros han surgido como una práctica de economía informal parecida a la de los buhoneros. Al no contar con un espacio especializado para el trabajo, una gran cantidad de mecánicos trabajan en las calles de manera arbitraria, lo cual genera un grave impacto ambiental y perjudica el crecimiento económico del país al no contribuir con el pago de los impuestos.
Gino Fileri, presidente de la Cámara Nacional de Talleres Mecánicos (Canatame), señaló que las consecuencias de la mecánica improvisada parte de la falta de control: “Un taller ambulante no cuenta con el control de la emisión de gases por ejemplo, lo que genera gran contaminación ambiental, además no usan repuestos originales y no tienen herramientas especiales para realizar el trabajo debido".
Otro daño ecológico que ocasiona la reparación de vehículos en plena vía, es la falta de un procedimiento adecuado para desechar químicos como el aceite quemado. "Un trabajo mecánico en la calle realiza un cambio de aceite y el desperdicio lo bota en la primera cuneta que consiga", dijo.
En uno tradicional, según la comparación del presidente de la Cámara, se cuenta con el servicio especial de un camión de Pdvsa, al que se le paga para transportar este residuos. Acudir a estos trabajadores informales ocasiona la pérdida de garantías del servicio al cliente. Esto a su vez, trae problemas ambientales.
"En un taller se manejan las computadoras, se le hace chequeo al sistema eléctrico y los carros tienen sensores, si se les coloca mal una pieza, se pone una que no es o se arma un motor y no se coloca en el tiempo exacto en el que debe ir, hay un consumo enorme e innecesario de gasolina y provoca un problema ambiental gravísimo", explicó.
Los talleres de latonería y pintura también contribuyen con los daños ambientales. "Estos talleres son graves. Deben manejar hornos para recoger los residuos de la pintura. El polvo de esta es totalmente dañino. Cuando se repara una pieza el taller debe tener un recolector para recoger el agua que debe ser tratada antes de vertirla en la tubería de aguas negras, nada de eso sucede en la calle".
Los mecánicos informales funcionan igual que un buhonero e incluso traen consecuencias parecidas. Fileri agregó: "No hay ningún tipo de beneficio para las alcaldías ni las gobernaciones, no pagan impuestos no realizan la debida declaración. Ellos a diferencia de un taller regular no cumplen con ningún tipo de permisología y terminan ganando más que en un taller regular, pues al no pagar impuestos para ellos todo es ganancia".
Agregó: "Es necesario tener un permiso especial para el manejo de productos químicos y una estructura de costo. La permisología incluye pago de Seguro Social, patente, RIF, permisos de facturación, el pago de un alquiler, es decir todos los requerimientos formales de una empresa"… "Queremos hacer entender al mecánico informal que no se trata de acabar con ellos, solo formalizarlos", indicó.
En opinión de Fileri si esta práctica no se detiene y siguen proliferando los mecánicos que no cumplen con la ley, otros trabajadores del sector podrían optar por sumarse al ejercicio improvisado. “Si estoy en la calle no tengo problemas de puestos, reparo los carros que quiero y no le pago nada a nadie”.
Informó que en Caracas se han reunido con varios alcaldes y han obtenido la colaboración de ellos. “Se han abierto líneas de emergencia para comunicarse y denunciar esta práctica. La policía llega, les explica y sin dar muchos problemas se retiran”, comentó el especialista.
2019-02-14
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