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Tomaron negocios de la Gmvv para sobrevivir

Jueves, 06 de octubre de 2016 a las 08:00 pm
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Daisy Galaviz [email protected]

Por cada edificio de la Gran Misión Vivienda Venezuela hay dos locales comerciales en cada una de sus plantas. Unos están cerrados, nunca los terminaron, y los abiertos fueron entregados por el Ministerio de Vivienda listos o los vecinos se organizaron para ocuparlos.

Cada comercio fue dispuesto con el fin de generar ingresos propios a sus habitantes, pero son “prestados”, pues la Gaceta Oficial N° 40.638, publicada el 13 de abril de 2015, establece que son de la Inmobiliaria Nacional, ente adscrito al Ministerio de Vivienda.

Durante un recorrido realizado por el equipo del Diario 2001, trascendió que con motivo a la lentitud en la adjudicación de los espacios socioproductivos, los inquilinos decidieron tomarlos y “trabajarlos así”.

Randy Torres, encargado de un abasto ubicado en uno de los nueve edificios que se encuentran en la Av. Libertador, dice que los locales los entregaron sin terminarlos, los vecinos son quienes les han colocado desde tomacorrientes y sócates, hasta rejas y puertas.

A Torres también le tocó comprar inodoro, lavamanos y cerámica para habilitar el baño. Vende refrescos, chucherías, cominos, verduras y frutas. Cuenta que su novia y él tienen un año usando el espacio y a la medida que “van ganando le van haciendo mejoras al sitio”.

Francisco Sarbia, “dueño” de otro local de ese mismo conjunto residencial, afirma que comenzó hace un año vendiendo en el espacio yuca, ñame y plátanos que traía de su parcela en Cúa. Ahora, el local lo tiene sólo como almacén, saca las cosas de ahí y las vende en las áreas comunes. Dice que hasta el momento ningún sitio paga alquiler pero dan una colaboración mensualmente al comité multifamiliar de Bs 3 mil para “ayudar con los gastos”.

Sarbia relata que la delincuencia es su mayor problema. Está esperando que le traigan otra reja para su ventana, pues lo robaron una vez. Explica que no puede abandonar su puesto porque “le da para sobrevivir”. Este emprendedor forma parte de una red de comerciantes que en los desarrollos urbanísticos de la Misión Vivienda dan la posibilidad a que los vecinos tengan acceso inmediato a barberías, peluquerías, panaderías, cafés y alimentos.

Lisbeth Duarte vende en una bodega comunal carnes, condimentos, verduras y víveres de primera necesidad “cuando llegan”. Afirma que aporta con una cuota mensual, y que su local fue uno de los que entregaron en mejores condiciones.

La comerciante denuncia que su problema es la inseguridad, pues han querido atracar el espacio, y el comando de la Policía Nacional que está apostado a pocos metros “no se da ni por enterado”.

Para Duarte, el problema de la delincuencia en el urbanismo se resolverá cuando coloquen un puesto de la Guardia Nacional, que llevan tres años pidiéndolo. Incluso, ayer, en horas de la mañana, un vecino fue víctima del hampa, lo asesinaron unos malhechores que pretendían despojarlo de su celular. Para los residentes y visitantes este tipo de casos es algo “de todos los días”.

Este urbanismo también cuenta con un sitio variopinto, la bodega cultural “Santa Rosa”, donde su administrador, Federico Bornochera, pintor, vende sus cuadros y artesanía. Además, para sobrevivir, saca copias a precios solidarios, plastifica cédulas y carnets, vende cuadernos y material escolar.

Comenta que el local lo ha remodelado con su dinero. Excusa que “la situación económica del Gobierno no es la más óptima”, y dejar cerrado el negocio no es “una buena decisión”; por lo que poco a poco le ha ido haciendo “arreglitos”, entre los que se cuentan un mesón de porcelanato, baño de cerámica y el frisado de paredes, pues las dejaron en obra limpia.

Otros edificios de la Gmvv, ubicados en la avenida Paseo Los Ilustres, hay cuatro locales, dos están cerrados y sin mobiliario. De los abiertos, uno es la frutería “Ángeles de Boconó”, atendida por Rebeca Moreno, una andina proveniente de Trujillo, quien diariamente vende hortalizas, vegetales, frutas y huevos a los vecinos. Dice que su local se lo entregaron completo, y sólo le compró un aire acondicionado; pero su mayor problema es la inseguridad, han atracado el negocio en dos oportunidades.

2016-10-07