Marleska Irausquín | [email protected]
El refugio Los Iglús, ubicado dentro del Fuerte Tiuna, alberga un aproximado de 200 personas -divididas en 33 familias- que necesitan un hogar.
Las condiciones en las que viven son críticas. Cada familia cuenta con un “apartamento” con un solo baño y dos habitaciones, en los cuales se debe incluir la cocina, nevera y otros equipos necesarios. No hay suficiente espacio para que tres personas caminen dentro de la “vivienda”.
En algunos casos tienen una cocina eléctrica sobre un banquito, una nevera que ocupa gran parte del espacio y al lado una cama. Ni fregadero, ni closet. Una sola ventana es lo que tienen en uno de los cuartos, no hay espacio para un ventilador.
Ellos están ahí desde 2010, cuando quedaron damnificados y les prometieron viviendas dignas. Ahora, aseguran que les están exigiendo desalojo.
Denuncian que un general los amedrenta para que no tengan contacto con los medios de comunicación, de lo contrario, perderán el beneficio de estar en el refugio y la casa que les prometieron. Afirman que les dijeron que las personas que no apoyen al gobierno no son beneficiadas. También les quitan las cajas Clap.
Entre las quejas destacan que la delincuencia ataca al refugio los Guardia Nacional no se preocupan por los damnificados, los dejan a la buena de Dios. Para poder cuidarse, le han puesto candados a la puerta y a las rejas.
Afuera. Cuentan que la Comisión Presidencial de Refugios Dignos (Copredi) les prometió una casa para todos, pero muchos de ellos necesitan ser divididos por grupo familiar. El 5 de julio les llegó una notificación para pedir desalojo, porque en el sistema aparece que ya recibieron un hogar, lo cual niegan los damnificados.
Los refugiados denuncian que no les han dado respuesta alguna por parte del Gobierno. En diferentes oportunidades han entregado cartas al Presidente Nicolás Maduro.
Representantes del Ministerio de Vivienda los visitaron ayer para estudiar el caso de los damnificados.
Fotos: José Félix Lara
2017-07-13