2001Online.com | EFE
Los controles anticipados contra las aglomeraciones y el tráfico, así como las desinfecciones, son algunas de las medidas que parecen evitar un mayor repunte de la curva de contagios de coronavirus en Quito, aunque su alcalde, Jorge Yunda, insiste en extremar la precaución y prorrogar la cuarentena.
El Distrito Metropolitano de la capital ecuatoriana, en la Sierra andina, registraba este mes de abril un número relativamente moderado de contagios, equivalente a alrededor de un 7,5 por ciento del total nacional, mientras se lidiaba una dura batalla contra el coronavirus en la provincia costera de Guayas.
Los expertos lo atribuyen a los tiempos en los contagios, con casi dos semanas de distancia, sumado a las medidas aplicadas que fueron determinantes en la progresión de las curvas.
"Las restricciones de movilidad fueron más tempranas, además, en la capital fuimos mucho más estrictos con esas medidas", explicó a Efe Rodrigo Henríquez, investigador de Salud Pública de Epidemiología de la Universidad de Las Américas (UDLA).
El control inicial -agregó- fue decisivo para evitar una mayor propagación, así como el ejemplo de lo que ocurría al otro lado del país.
NO SATURAR EL SISTEMA DE SALUD
La población capitalina representa casi el 18 por ciento de los habitantes de Ecuador, pero en las estadísticas de contagio su porcentaje promedio es de alrededor del 7,5 por ciento de los 24.258 infectados a escala nacional, después de haber terminado un período completo de cuarentena.
Los fallecidos en la provincia de Pichincha, a la que pertenece la capital Quito, ascienden a 64 (7,3%), según el último parte oficial.
Con la intención del Gobierno de pasar el 4 de mayo del "aislamiento" al "distanciamiento" para reactivar su economía, el alcalde pide tener en cuenta las recomendaciones de la OMS sobre los riesgos de "un levantamiento prematuro del confinamiento".
"En el Distrito Metropolitano la curva de contagios aún no se ha estabilizado", advirtió el regidor al Comité de Operaciones de Emergencia (COE) a fin de que la situación de máxima precaución permanezca en su ciudad hasta el 31 de mayo.
Médico de profesión, Yunda considera necesario blindar el sistema de salud de Quito frente a un posible aluvión de contagios y prefiere precaución máxima dado que, por su tamaño, el distrito correría mayores riesgos de contagio.
EL DILEMA SOCIAL
Pero el debate en torno a la nueva fase de reactivación limitada, aunque también sea bajo extrema precaución, pasa por la condición social de quienes han quedado sin ingresos, una circunstancia que en realidad afecta a todo el país.
El Municipio de Quito y los organismos estatales, con ayuda del sector privado, han repartido hasta ahora más de 100.000 kits de comida, y el alcalde ha prometido que comprará "medio millón" más para aguantar una prórroga del estado de excepción hasta el 31 de mayo.
Por el momento, y tras las advertencias del alcalde Jorge Yunda, las de otros regidores y hasta de la Federación de Médicos de Ecuador, el presidente Lenín Moreno ha asegurado que "serán las autoridades locales quienes tendrán la última palabra" y las que indiquen cuándo y cómo cambiar la luz del semáforo epidemiológico. Por ahora, Quito prefiere quedarse en el aislamiento.
2020-04-29
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