Un monumento comestible del artista Kingsley Baird elaborado con 18.000 galletas recordará el 100 aniversario del comienzo de la Primera Guerra Mundial, según explicó hoy el artista durante la presentación oficial del proyecto.
La obra de arte será trasladada desde Nueva Zelanda hasta Dresde, donde será expuesta a partir del 1 de agosto de 2014 en el Museo de Historia Militar del ejército alemán en la capital de Sajonia.
"El carácter efímero del monumento recuerda al despilfarro de la guerra", declaró Baird en la capital de Nueva Zelanda, donde estudió arte creativo en la Universidad de Massey.
Baird utilizará 18.000 galletas en forma de soldados de Alemania, Francia, Nueva Zelanda y Australia apilados en forma de sepulcros. La masa de las galletas seguirá la receta utilizada durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial en Nueva Zelanda para elaborar galletas que duraran bastante tiempo para que así pudieran ser mandadas a los soldados alrededor de medio mundo.
Las formas de las galletas evocarán las cuatro nacionalidades gracias a los cuatro diferentes cascos de los ejércitos. "Contaré con 12 moldes diferentes, entre los cuales habrá figuras a las que les faltará un brazo o una pierna", explicó Baird.
El artista espera despertar el interés del público. "Si no consigue hacer que la gente piense sobre la guerra, las víctimas y sobre los hombres y mujeres durante la guerra, mi proyecto no habrá funcionado", agregó el artista. /DPA