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El meteorito gigante que aniquiló a los dinosaurios podría haber desatado una cadena de erupciones volcánicas que a su vez causaron cataclismos en tierra y bajo el mar, sostiene un nuevo estudio que ya está dividiendo a los científicos.
Hace unos 66 millones de años, un asteroide de 10 kilómetros de diámetro chocó contra la Tierra, lo que creó el cráter de Chicxulub en la península de Yucatán y desató un caos mortal. Partículas súper calientes cayeron del cielo, lo cual provocó incendios en el planeta y un ascenso de la temperatura. Luego la situación empeoró. Nubes de partículas reflejaron la energía solar hacia afuera, y en consecuencia los cielos se oscurecieron y la Tierra se enfrió al menos 25 grados centígrados durante varios años, dijeron los científicos. Y ese gran impacto desató terremotos casi 100 veces más fuertes que los más estremecedores de las épocas modernas.
Ello fue suficiente para aniquilar a tres cuartas partes de la vida en la Tierra, especialmente a la mayoría de las criaturas y plantas en la superficie.
Pero hubo más repercusiones, posiblemente mortales, indica el nuevo análisis.
Nuevas evidencias indican que todas esas sacudidas desataron erupciones volcánicas masivas que arrojaron gases y partículas al aire y al agua. Un estudio publicado el miércoles en la revista especializada Science Advances dice que, en algún momento después del choque del asteroide, ocurrieron erupciones súper fuertes e inusuales en las cortezas oceánicas, probablemente en lo ahora son los océanos Indico y Pacífico. Los autores del estudio calculan que estas erupciones expulsaron una cantidad tremenda de roca fundida al mar, tanta que en la superficie podría cubrir todo el territorio continental de Estados Unidos y acumularse hasta sumar unos 60 metros de alto.
"Mostramos que ocurrió mucho más de lo que pensábamos", dijo el geofísico Joseph Byrnes, de la Universidad de Minnesota, autor principal del estudio. "Estamos presentando una nueva secuencia de eventos".
Esas áreas volcánicas marinas _llamadas dorsales oceánicas_ con frecuencia hacen erupción, inclusive hoy en día. Pero esto ocurrió a una escala mucho mayor.
Lo que pasó dentro de los volcanes marinos es "totalmente análogo a la sacudida que se le da a una lata de Coca Cola. Todo se convierte en una cosa espumosa", dijo el geólogo Paul Renne, de la Universidad de California en Berkeley, quien no formó parte del estudio pero dijo que "ilustra cuán entrelazado está todo".
Los autores de la investigación dicen que su trabajo da a entender que las erupciones marinas contribuyeron a que los océanos se tornaran más ácidos y ello cooperara también a la extinción, pero resaltaron que necesitan más investigaciones para afirmarlo con certeza.
Los científicos están divididos, a veces de manera apasionada, en torno a lo que realmente desató lo peor de la extinción: el impacto del cráter y los escombros que generó, u otros trastornos de la corteza terrestre debido al choque.
2018-02-07