A mediados del mes de febrero, sucede un espectáculo al que acuden gran cantidad de turistas cada año. Este fenómeno, conocido como la cascada de fuego del Parque Nacional de Yosemite, está ubicada en el lado este de El Capitán, con una altura vertical de unos 900 metros.
Esta cascada, también conocida como Horsetail (cola de caballo), es un fenómeno que se da gracias a la unión de luz y agua, pero que tiene que darse varias características para que se forme: debe existir la posibilidad de que haya una cascada. Además, si no ha nevado, es probable que los turistas no puedan disfrutar de los 480 metros de altura que tiene la cascada.
Por último, para que aparezca el increíble "color fuego", se necesita también que no haya nubes, ya que estas podrían impedir la iluminación del "Horsetail". Lo más importante es que los turistas vayan al atardecer, que es el momento en el que la luz se refleja sobre la cascada.