Redacción 2001
Próximamente, los ciclistas podrán dejar de preocuparse si se les acabará el agua en aquellos viajes largos o días muy calurosos. Un producto creado por Kristof Retezár, estudiante de diseño industrial de la Universidad de Artes Aplicadas en Viena, junta y condensa humedad del aire mientras una bicicleta está en movimiento. Luego llena con agua la botella que está anexada al marco de la bicicleta.
Nombrada en honor al dios romano de los pozos y manantiales, “Fontus” usa el principio de enfriamiento termoeléctrico en el cual una sistema de bombeo de calor que funciona en base a electricidad transfiere el calor de un lado del contenedor al otro. Fontus aún está en su fase de prototipo. Recientemente, el diseñador fue finalista del Premio James Dyson 2014, un concurso internacional de diseño.