Luego del terremoto en China, que dejo más de 113 muertos y 2600 heridos, una periodista, cumpliendo a su trabajo, abandonó su boda para dar a conocer la situación a través de las cámaras.
Vestida de novia, la reportera salió delante de las cámaras, dando una lección de profesionalismo, y demostró que a pesar de las circunstancias, siempre su labor de mantener a la gente informada va primero.