Redacción 2001
Un hombre estadounidense desapareció un día de casa sin dar demasiadas explicaciones ni pedir el divorcio, es decir, como el que se va a por cigarro y nunca vuelve. Lejos de pasar una semana o unos meses fuera de casa, Adam Marx ha pasado los últimos nueve años fuera del hogar conyugal y sin dar señales de vida.
A Karen Mark, que legalmente era su esposa, se le ocurrió contactar con su suegra a través de Facebook e intentar averiguar así si ella había hablado con su hijo y que explicaciones le había dado. Sin embargo, en busca del perfil de su suegra dio con la nueva cuenta de su marido. Allí llegó la sorpresa. A Adam se le veía sonriente y feliz en su foto principal y, además, presumía de una nueva mujer.
Pese a no estar legalmente separado, la huida de este hombre a un lugar remoto donde nadie le conocía le dio la oportunidad de engañar a todos y sostener desde el primer momento que era soltero.
Cuando Adam se topó por primera vez con su segunda mujer nunca le confesó que legalmente estaba casado y que, para empezar una nueva vida con ella, debía conseguir el divorcio. Según confesó Karen al Daily Mail, "el secretario judicial que firmó el nuevo matrimonio nunca consultó el historial de Adam".
Este engaño le puede salir muy caro al "marido a la fuga". Por su peculiar hazaña, digna de película de Hollywood, puede acabar en la cárcel los seis próximos años. Se enfrenta a delitos de fraude y bigamia.