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Varias parejas homosexuales se congregaron el viernes en la Plaza de Armas de la capital paraguaya para besarse largamente en una denominada "besatón" como parte de las actividades por el día mundial de lucha contra la homofobia.
"Nos reunimos en la Plaza de Armas, de Asunción, lesbianas, gays, bisexuales y transexuales para seguir nuestra lucha contra la discriminación", dijo a la AP el líder Simón Cazal.
Agregó que el acto se desarrolló recordando que el 17 de mayo de 1989 la Organización Mundial de la Salud estableció que "la homosexualidad no es un trastorno ni una enfermedad mental".
Luis Rodríguez y Elio Ramírez por un lado, y Lourdes Orrego con Rosa Reyes, por otra parte, se besaron apasionadamente en el comienzo de la conmemoración.
Luego se sumó Cazal junto a su pareja Sergio López; ambos constituyen los primeros hombres paraguayos en contraer matrimonio por la ley argentina.
En tanto, a unos metros del lugar los hermanos mellizos Mario y Víctor Cáceres, predicadores de una filial de la iglesia pentecostal, a los gritos criticaban el acto gay.
"Es una vergüenza que un grupo de menos de 100 personas pervertidas intenten convertir al Paraguay en algo similar a Sodoma y Gomorra", comentó Mario en entrevista con The Associated Press.
Añadió que "estamos en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo porque es contrario a la ley de Dios. Felizmente, en Paraguay no existe una ley que habilite esa unión".
Ambos hermanos predicadores son los mismos que en diciembre pasado se instalaron en las cercanías de la basílica Caacupé, principal centro católico de adoración mariana para criticar a los peregrinos, supuestamente, "porque sólo adoran a una estatua".
La constitución paraguaya establece, específicamente, que el matrimonio es formado por un hombre y una mujer.